El cabo San Lorenzo de Manta, provincia de Manab í, tendrá un nuevo faro en 30 días. La estructura de esta guía náutica quedó maltrecha a causa del terremoto que azotó a Manabí y Esmeraldas el 16 de abril de 2016.
Entre 12 y 15 hombres laboran de lunes a sábado para avanzar con la obra. Primero se demolió el antiguo faro que llegó a los 47 años.
Hoy se trabaja en las bases de lo que será la torre de nueve metros de altura en la parte más alta del acantilado, situada en el norte de esta parroquia rural del cantón Manta.
María Eugenia Molina es la directora del Departamento de Cultura del Municipio del puerto manabita. La funcionaria informó que la construcción del faro de San Lorenzo se enmarca dentro del proyecto que tiene la Armada Nacional para reemplazar los faros que fueron afectados por sismos entre Santa Elena, Manabí y Esmeraldas.
En Manta, además, será reconstruido el faro ubicado sobre el acantilado de la caleta de pescadores de San Mateo. Molina resalta la decisión de reemplazar, por ejemplo, el faro de San Lorenzo pues su estructura estaba visiblemente dañada y porque representaba un peligro para la seguridad de los turistas que visitan el acantilado a través de un sendero, construido al filo del macizo.
En San Lorenzo el trabajo es arduo. Los albañiles acarrean el material al hombro desde la parte baja hasta la cúspide, es una labor artesanal por donde se lo mire comentó Álex Santos, un turista que llegó con un grupo de familiares a visitar el lugar el 24 de julio.
Según Molina, la reconstrucción de los faros permitirá seguir teniendo las guías naturales que son utilizadas siempre por los navegantes, tanto de buques internacionales como nacionales.
Los pescadores artesanales de Manta saben de la importancia del faro de cabo San Lorenzo. José Cedeño Anchundia pesca en la zona de la isla de La Plata desde hace 40 años. Vive en Manta y el faro siempre ha sido su guía en todas las faenas que realiza de lunes a sábado.
La estructura del nuevo faro será sismorresistente. Tiene una buena base y 4 columnas de hierro que forman una circunferencia a dos metros y terminará a 1,40 metros. En la cúspide se fabricará un elemento en el que irá colocada la guía que se convierte en el camino a seguir, si es el caso, por los capitanes.
Mientras se lleva a cabo la construcción en la parte más alta del acantilado se recomienda a los turistas que llegan al lugar no acercarse hacia la zona, pues el espacio queda un poco estrecho para el movimiento de los trabajadores y los materiales que se utilizan en la obra.
San Lorenzo está ubicada 30 minutos de Manta. Es una caleta de pescadores artesanales. En los últimos 10 años, los habitantes aprovechan los atributos del lugar para sacarle provecho mediante el turismo. El sitio, además, es conocido como el santuario de anidación de tortugas marinas. También se han construido sitios de hospedaje para recibir a los turistas que llegan en mayor porcentaje entre julio y septiembre de cada año. (El Telégrafo)