Fiscalía cuenta con nuevos indicios para investigar la detonación de un artefacto explosivo en la parte posterior del edificio administrativo del Rectorado de la Universidad de Guayaquil, ocurrida la noche de este jueves 22 de agosto, y que ocasionó daños materiales a la infraestructura, pero no dejó personas heridas.
El fiscal de Flagrancia, Julio Sánchez Mera, junto con personal Antiexplosivos de la Policía Nacional, de la Unidad de Investigaciones Antidelincuencial y Criminalística, levantó indicios del hecho suscitado. Los informes de las unidades policiales deberán ser remitidos a la brevedad al fiscal de la Unidad de Delincuencia Organizada, Fernando Bonoso, a cargo de las investigaciones.
El fiscal Sánchez solicitó a las autoridades universitarias que remitan los videos de las cámaras de seguridad ubicadas en la parte exterior del bloque de servicios administrativos, donde estalló la bomba.
“Esperamos que los videos indiquen qué persona o personas manipularon el artefacto explosivo y lo dejaron en el lugar. Una de ellas estaría por ser identificada, misma que no es estudiante ni funcionario de la entidad universitaria. Se trataría de una persona externa, pero esa investigación está en proceso”, indicó.
El hecho
La detonación ocurrió alrededor de las 20:20 del jueves 22 de agosto, en la parte de atrás del edificio administrativo donde se encuentra el Rectorado de la Universidad de Guayaquil. Se trata de la sexta explosión que ocurre durante 2019. En esta ocasión, causó daños en ventanas, alcantarillas y tubos de electricidad.
Los estudiantes y empleados que aún laboraban en el recinto universitario fueron evacuados del lugar por precaución y seguridad. El último atentado con una bomba casera en la Universidad Estatal se registró el pasado 1 de agosto, en los exteriores de la Facultad de Medicina.