Una acería rodeada de extensas plantaciones es la casa matriz de Constructora Daobang S. A. Se levanta en un terreno de tres hectáreas, en Durán. La infraestructura deja ver el éxito de esta joven empresa creada en 2014, que a los tres años de funcionamiento reportó ingresos por $ 8,9 millones.
A sus 24 años, Martín Pazmiño Solórzano fue nombrado representante legal de esta compañía, apenas fue constituida. Él es hijo de Arturo Pazmiño Lombeida, que en esa época era subsecretario de la Demarcación Hidrográfica del Guayas, de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua).
Por ese cargo, Arturo Pazmiño fue parte del Comité Técnico que calificó a dos empresas chinas –China International Water & Electric (CWE) y Gezhouba Group– para adjudicarles tres obras de control de inundaciones: Cañar, Naranjal y Bulubulu. Los contratos se firmaron en 2012, por un costo total de $ 407 millones.
Esas dos contratistas chinas están entre los clientes de Constructora Daobang. Esta empresa facturó, junto con otras tres firmas relacionadas, un monto de $ 2,2 millones a Gezhouba y $ 879.000 a CWE hasta el 2017, según las declaraciones tributarias de las compañías chinas.
Los otros miembros del Comité Técnico fueron Carlos Villamarín Córdoba, que lo presidió, y Carlos Bernal Alvarado.
Villamarín cumple una pena de seis años de cárcel por el caso Odebrecht. El mismo Comité que él encabezó recomendó la adjudicación del Trasvase Daule-Vinces a la constructora brasileña por $ 186 millones.
El entonces director de Odebrecht, José Conceiçao Santos, testificó que pagó $ 6 millones de coimas para que ese Comité le permita cambiar las bases del concurso y tener el contrato.
A más de calificar las ofertas, Arturo Pazmiño hizo el seguimiento a la ejecución de los trabajos de CWE y Gezhouba.
En 2016, pasó a ser gerente de Gestión de Proyectos en la Empresa Pública del Agua (EPA). Desde ahí continuó con la supervisión y designó al comité para la recepción de los proyectos.
Otra construcción que inspeccionó en la EPA fue el Proyecto Hidráulico Acueducto Santa Elena (Phase), que se había otorgado a CWE por $ 113 millones en 2015.
Una vez que dejó la representación de Constructora Daobang, Pazmiño Solórzano –el hijo– también ingresó a la EPA en calidad de analista en junio del 2016, un mes después de que su padre asumiera como gerente en esa institución. Él no tiene título universitario y aún se mantiene en el cargo.
Vía telefónica, contó que trabajó para CWE entre 2013 y 2016. Dijo que ahí conoció a ciudadanos chinos que eran amigos de los inversionistas que abrieron Constructora Daobang y que ellos le solicitaron que dé su nombre para abrir la empresa en Ecuador.
“Ellos me pidieron (pues) para poder establecerse aquí necesitan a alguien nacional… No firmé otro papel ni firmé contratos”, señaló. Los registros societarios muestran que fue representante dos meses.
Cuando se le consultó por las actividades de su padre, colgó el teléfono y no volvió a responder. Este medio no pudo contactar a Arturo Pazmiño Lombeida.
Este reportaje se realizó con el apoyo de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, impulsado por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y la plataforma periodística Connectas.
Las empresas vinculadas
En Ecuador existen tres empresas vinculadas a Constructora Daobang.
Todo comenzó en 2014, cuando Wendong Zheng, un empresario chino radicado en Samborondón, abrió un RUC personal para actividades de ferretería y constituyó tres empresas: Constructora Daobang, Constructora Wendong S. A. y Daobangimport Comercio International S. A.
Constructora Daboang facturó $ 879.000 a CWE y $424.000 a Gezhouba. En la misma dirección se encuentra Constructora Lanzandes S. A., que fue creada en abril del 2017 y facturó $ 185.000 a Gezhouba. Como accionistas figuran Junlong Lin y Zhouhong Wang, empleados de Daobang.
Consultado sobre esa sociedad, Junlong Lin dijo: “No tengo conocimiento de la empresa Lanzandes. No sé. No tengo ni idea” y se negó a seguir conversando del tema.
Semanas después dijo que sí constituyó Lanzandes junto con su compañero y que dio un servicio pequeño a Gezhouba.
Otro empleado de Constructora Daobang aparece como socio en Constructora Wendong, que facturó $ 226.000 a Gezhouba. La dirección reportada por esta empresa a las autoridades no existe.
Por último, Daobangimport Comercio International facturó $ 1,4 millones a Gezhouba. En la dirección registrada, en el norte de Guayaquil, hay un edificio de consultorios médicos. Un guardia indicó que ahí no funciona esa compañía.
Wendong Zheng y los representantes de Daobang declinaron dar una entrevista.
Lo mismo sucedió con las compañías chinas. Gezhouba señaló que su representante está fuera del país; CWE, en cambio, no respondió.
El caso Odebrecht
Senagua adjudicó grandes contratos a Odebrecht, CWE y Gezhouba, en 2012. Siempre actuó el mismo Comité Técnico para calificar las ofertas.
Conceiçao Santos declaró que el presidente de ese Comité, Carlos Villamarín, lo contactó a inicios del 2012 a nombre del entonces secretario del Agua, Walter Solís Valarezo, y de los demás integrantes del Comité: Bernal y Pazmiño.
“(Villamarín) indicó que podía ayudarnos con la entrega de información privilegiada de las bases de la licitación que se estaba preparando. Pidió para eso la cantidad de $ 6 millones para él y las personas que acabo de mencionar (Solís, Bernal y Pazmiño)”, se escucha decir a Conceiçao en el video de la declaración, que fue obtenido por IDL-Reporteros, de Perú.
Gracias a la coima, añadió el exdirectivo, Odebrecht hizo siete modificaciones a las bases. Por ejemplo, la licitación estaba abierta a cualquier empresa internacional. Con los cambios, se dirigió a constructoras brasileñas que contaran con financiamiento del Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes).
También se dispuso, por pedido de Odebrecht, que los oferentes estuvieran domiciliados en Ecuador, que tuvieran 15 años de trabajos en obras similares y que su Registro Único de Proveedores (RUP) no registrara impedimentos, entre otros requisitos.
A la par, agregó Conceiçao, Odebrecht había pactado con otras firmas brasileñas para ganar el concurso sin competencia real a cambio de una retribución económica.
Conceiçao entregó a las autoridades judiciales las transferencias de las coimas, que según él fueron enviadas a las cuentas que le pidieron los funcionarios públicos.
Según esos documentos, se enviaron $ 2,9 millones a dos cuentas de Sentinel Madate & Escrow Ltd., una firma domiciliada en islas Vírgenes Británicas. Esta sociedad también participó en los pagos de sobornos del caso Petroecuador.
También se transfirió $ 1 millón a Belvedear Worldwide Company S. A., una sociedad panameña. Conceiçao agregó que entregó $ 2,1 millones adicionales en efectivo, en una suite del Hotel Hilton Colón, de Guayaquil.
El abogado de Walter Solís, Gutemberg Vera, indicó a través de una carta que la declaración de Conceiçao es falsa.
Este Diario contactó a Carlos Bernal por correo electrónico, pero no recibió respuesta.
Por su parte, Carlos Villamarín negó cualquier arreglo en la licitación de Dauvin. Lo hizo en julio del 2017, en una declaración ante la entonces fiscal 2 de la Unidad de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Diana Salazar Méndez. Ella tiene nuevamente este caso en sus manos, pero en calidad de fiscal general del Estado.
En esa misma ocasión, él (Carlos Villamarín) me presentó las bases de la licitación y pasamos a discutir los ajustes que podrían ser realizados para favorecer a la compañía (Odebrecht)”. osé Conceicao Santos.
Otras facturas de daobang
La Constructora Daobang S. A. facturó $ 1,15 millones (sin contar el IVA) a la empresa estatal china CRCC 14th Bureau Group, entre diciembre del 2015 y octubre del 2017. Esta obtuvo los contratos para construir un hospital en Yantzaza (Zamora Chinchipe) y tres unidades educativas del Milenio. En tanto que la empresa también también facturó $ 905.000 (sin IVA) a China Railway Nº 9. Las facturas se emitieron entre noviembre y diciembre del 2016. (El Universo)