Desde el pasado viernes se realizó la mudanza de las familias que el pasado 18 de junio, perdieron sus casas en el incendio ocurrido en la parroquia San Pablo.
Asimismo, se desmontó el campamento que sirvió de alojamiento temporal para los damnificados, y se procedió con la distribución de las ayudas ciudadanas que fueron receptadas en el centro de acopio provisional.
Jhonny García, director municipal de Gestión de Riesgo, explicó que se ha procedido acorde con el plan de acción aprobado por el COE Cantonal. Detalló que desde que se produjo el siniestro, el GAD municipal desarrolló una serie de intervenciones articuladas con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgo, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y el Ministerio de Salud Pública, que permitieron poner a buen recaudo a las familias.
“Se activó un alojamiento temporal con medios de vida y los elementos para la dotación de los servicios básicos en el sitio donde se alojaron las familias. Se desarrollaron acciones, se proveyó de comida caliente, baterías sanitarias, se levantó un catastro y una evaluación del estado de las viviendas, las que colapsaron y quedaron en pie; y, una vez que se hizo todo el proceso y de acuerdo al plan de acción aprobado por el COE Cantonal, el viernes se realizó la mudanza y se eliminó el campamento”, explicó García.
Resaltó que este importante paso de reubicar a las familias en viviendas alquiladas, fue posible con la contribución de la Asociación de Profesionales de Gestión de Riesgo del Ecuador, la Cooperación Técnica Alema GIZ.
“El municipio aportará con 6 meses de arriendo, con el compromiso de que el gobierno nacional pueda dar una solución habitacional definitiva a estas familias cuyas viviendas colapsaron completamente”, puntualizó García.
Además, informó que se desarrollarán reuniones periódicas de seguimiento con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) y la Gobernación para ir informando el avance de los procesos que se van a ir ejecutando en el marco del plan de acción.