Gobierno busca incentivar el cultivo de caña y palma para la producción de biocombustible

Con el objetivo de apoyar a los productores de caña y de palma africana, el Gobierno diseña estrategias enfocadas en la producción de agrocombustibles, principalmente de etanol y biodiésel.

“El desarrollo de los agro-combustibles es fundamental como alternativa para el sector rural de Ecuador, pues tienen un impacto ambiental, social y económico. Permitiría sustituir la importación de combustibles y derivados”, manifestó el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner.

Los agrocombustibles son componentes líquidos producidos a partir de materia prima vegetal que sustituyen o complementan a los combustibles tradicionales. El etanol se produce a partir de la caña de azúcar, y el biodiésel, de la palma.

El ministro de Agricultura, Xavier Lazo, dijo que para aumentar el 5% de etanol en la gasolina, se requiere incrementar los cultivos de caña. “Llegamos a un acuerdo macro de reconvertir 30.000  hectáreas de arroz de baja productividad a caña de azúcar, con un programa  de mecanización de semillas, con  acompañamiento técnico y compra de alcohol”, aseguró el secretario de Estado.

Señaló además que esta estrategia apunta también al apoyo del sector arrocero, afectado por problemáticas como la pérdida de cultivos por el invierno. Lazo aseguró que la producción de agrocombustibles significaría más de 140.000 empleos directos, más inversiones y nuevos espacios de comercialización.

“Es necesario impulsar esta iniciativa que ya se encuentra en marcha en el país”. En ese sentido, el 15 de febrero, Petroecuador suscribió un contrato por $ 94,2 millones con tres empresas productoras de etanol artesanal para abastecer de gasolina Ecopaís en 10 provincias.

Industriales esperan inversiones

De acuerdo con datos del sector palmicultor, la incorporación de un 5% de biodiésel al diésel comercial, utilizado principalmente por el transporte, demandaría unas 140.000 toneladas de aceite crudo de palma e implicaría reducir el volumen de importación de ese combustible.

“El subsidio destinado al diésel podría destinarse al propio sector agrícola, además de contar con un precio del combustible constante y no atado a las fluctuaciones del mercado”, puntualizó Óscar Calahorrano, presidente ejecutivo de Propalma.

El empresario sostuvo que el sector tiene interés en que la generación de biodiésel en el país se materialice y para ello se necesita de todo un equipamiento con el que aún no cuenta el país.

“Se requiere de una inversión de al menos $ 80 millones para contar con la infraestructura de producción requerida y con un horizonte de unos 15 años, en caso de que se quiera cumplir con la meta de incorporar 5% de biodiésel a la mezcla con diésel”, subrayó Calahorrano.

Por ello, enfatizó que la Ley de Fomento Productivo II, anunciada por el Gobierno, debe incorporar los mecanismos para motivar la inversión en ese sector.

De su lado, Carlos Chávez, presidente de la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Aceitera señaló que el sector tiene grandes expectativas en la iniciativa para impulsar la producción de agrocombustibles.

Sin embargo, Chávez señaló que es necesario apalancarse en los créditos de la banca pública que tomen en cuenta las necesidades de los productores. (El Telégrafo)

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