Una finca orgánica, arborizada y con buena ganadería, dentro de dos o tres años, es la perspectiva que tiene Alejandro Chávez, quien junto con cinco hermanos poseen la Quinta Mi Celinda, en la parroquia Canuto; por lo pronto, esta propiedad forma parte de un proyecto piloto para lograrlo en el aspecto sostenible y sustentable.
El objetivo es consolidar a Quinta Mi Celinda como una finca modelo y agroturística, que sea la referencia para otras. ¿Cómo lograrlo?: “Con asesoría técnica”, respondió Chávez en relación al apoyo que recibe de la dirección municipal de Desarrollo Económico y Turismo.
La finca está conformada por 45 hectáreas y cuenta con huertos orgánicos de plátanos, naranjas y otros vegetales, con el fin de mejorar la cosecha de los alimentos sin utilizar químicos; al mismo tiempo, esperan implementar un proyecto de mejoramiento genético en el ganado, para elevar la calidad de sus cárnicos y los derivados lácteos.
Judoco García, técnico de Desarrollo Económico y Turismo del GAD cantonal de Chone, afirmó que se trabaja en un proyecto integral de conservación de pasto y forraje, por lo que se está adquiriendo dos picadoras, dos motoguadañas y dos ensiladoras; mientras, para el mejoramiento genético habrá dos ecógrafos, dos termos, pajuelas y equipos completos para inseminación artificial.
También dijo que el sector agrícola y ganadero serán beneficiados por estas herramientas y la asesoría técnica. En sí, el municipio proveerá de mano de obra y el material genético, y el productor dispondrá sus animales.
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