Un hombre armado con puñales en las dos manos gritó “¡las mataré!”, y atacó a un grupo de colegialas cerca de un autobús escolar estacionado en las afueras de Tokio el martes, mató a dos e hirió a 17 antes de suicidarse, dijeron las autoridades.
La mayoría de las víctimas eran estudiantes de una escuela primaria católica que esperaban en la parada cerca del parque Noborito en la ciudad de Kawasaki cuando el hombre de unos 50 años las atacó a puñaladas. Las autoridades municipales dijeron que según la policía, el agresor murió de un tajo autoinfligido en el cuello cuando lo alcanzaban los agentes.
Los testigos describieron una escena dantesca con niños y adultos caídos, ropa empapada de sangre, decenas de niños que corrían mientras clamaban por ayuda, libros y artículos escolares desparramados por el suelo.
“Escuché un grito, me detuve y me volví para ver qué había sucedido”, dijo Yasuko Atsukata. Dijo que vio caer una persona, luego otra. “El color de sus camisas se volvió rojo cuando cayeron, y entonces comprendí que las apuñalaron”.
En una playa de estacionamiento cercana, un niño se encontraba en estado de shock con rasguños en la cara, las manos y las piernas que aparentemente había recibido al caer cuando huía por su vida.
La policía se limitó a informar que el agresor había muerto. Se desconocían su identidad y motivos.
El funcionario municipal Masami Arai dijo que la mayoría de los heridos eran estudiantes de Caritas Gakuen, una escuela católica fundada por las Hermanas de la Caridad de Quebec, una orden de monjas católicas de Quebec, Canadá. Arai dijo que tres de los heridos se encontraban en estado grave.
“Tenemos la triste noticia de que uno de nuestros estudiantes fue asesinado por el agresor”, dijo en conferencia de prensa el director de la escuela, Hiroaki Takamatsu, embargado por la emoción. “No sé qué decir a nuestros estudiantes y sus padres”.
La policía de la prefectura de Kanagawa confirmó que había 17 heridos y tres muertos, entre éstos un “hombre que no es víctima pero está vinculado con el caso”. La policía identificó a los muertos como Hanako Kuribayashi, de 11 años, y Satoshi Oyama, un funcionario de gobierno de 39 años que llevaba a su hija a la parada.
Funcionarios de salud dijeron que los dos recibieron heridas en la cabeza, el pecho y la cara.
Testigos dijeron que al ver el ataque, el conductor del bus gritó al agresor, quien al huir se hizo un tajo en el cuello y cayó en un charco de sangre cuando lo apresaba la policía.
La emisora pública NHK y otros medios japoneses dijeron que era un vecino de la ciudad, de 51 años, y que la policía halló dos cuchillos en su mochila además de los que llevaba en las manos. (Ecuavisa)