José Vera es un agricultor manabita que creó un sistema cómodo, fácil y rápido para atender a sus clientes. Un sistema de poleas, cañas y cuerdas que hoy sorprende a propios y extraños en el sitio Mancha Grande Abajo, de la parroquia San Plácido de Portoviejo, en la vía a Pichincha.
Vera cuenta que es un hombre multifacético y que en «una necesidad vio oportunidad».
Después de dos años de caminar por cada pedido de cerveza a la cabaña que construyó, a filo de la carretera junto a su domicilio, ingenió el mecanismo que llama mucho la atención.
Ahora tiene cinco años con el negocio y hasta su choza han llegado personas de Italia, Panamá, Canadá, entre otros países.
«Esto no es una cantina que viene gente a tomar (…) aquí es un lugar para conversar, para un rato ameno, nada de chupiza. Solo atendemos hasta las 18h00, máximo 19h00”, comentó junto a su esposa Santa Macías, con quien comparte la actividad.
A este ingenioso manabita le gusta el respeto, por ello en su puesto de trabajo hay un letrero de «prohibido fumar y decir malas palabras».
En la cabaña también hay tres timbres que suenan diferentes y cumplen funciones determinadas. Uno para ingresar a la choza, otro para pedir la cerveza y uno adicional donde deben tocarlo los clientes para cancelar la cuenta.
Después de pasar un pequeño «susto» con uno de los vehículos que se estacionó frente a su cabaña, José ideó una sistema de seguridad para prevenir a los conductores que pasan por el lugar. Existe un cono, que cae desde un árbol desplazado por una cuerda que es manipulada desde su domicilio por medio de poleas. «Esto evita accidentes», resaltó.
Además, los clientes no deben preguntar por la cuenta. José se encargó de realizar cincuenta letreros que indican cuánto es el consumo después del pedido de cada cerveza.
Todos los implementos que tiene la cabaña «Mancha Grande Abajo» fueron creados por José Vera, desde el reloj, hasta los parlantes que se encuentran dentro de las cañas que sostienen la estructura.
«Las personas que vienen de paseo, pasan por aquí, se toman una cerveza para refescar, toman fotos y siguen su camino», concluye este manabita que le sobran ideas y que sus tiempos libres los utiliza para inventar. «Para construir», como dice él.