Henry Llanes, representante del Frente de Jubilados del IESS, expresa que antes que el tema de la edad, el problema central es el mal manejo de los recursos. “Ha habido un desangre al IESS”, sostiene, y explica que en la atención a no afiliados como personas con enfermedades catastróficas, con discapacidades y jefas de hogar, existe una mora del Estado que llegaría a $ 3.100 millones.
Además explicó que se gastan unos $ 380 millones anuales por las atenciones en salud a los hijos de los afiliados.
Otro tema que afecta es financiar, en parte, al Seguro Social Campesino (SSC) y explica que solo en 2018 se transfirieron a este $ 168 millones cuando el Estado solo aportó con $ 78 millones. Recuerda Llanes que, a partir del 2000, los afiliados empezaron a pagar con base en la remuneración y ya no al salario básico, lo que inyectó importantes recursos al IESS. Dice que deberían buscar solución a estos problemas.
Para Édison Lima, presidente de la Asamblea de Organizaciones de Jubilados Técnicos, Pensionistas y Adultos Mayores, es prioritario solucionar el tema de salud, para que así también se estabilice el tema de pensiones.
Indica que ya han enviado una propuesta al Gobierno para financiar las atenciones de los hijos menores de 18 años. La idea es que se establezca un cobro de $ 16 equivalentes a un 10% del aporte, y que se deberían financiar de manera tripartita: $ 8 el trabajador, $ 4 el Gobierno y $ 4 al patrono para financiar las atenciones de salud de los hijos. Con este se generarían unos $ 600 millones, rubro que alcanzaría perfectamente para las atenciones, compra de medicinas, entre otros. (EL UNIVERSO)