La Comisión del caso Gabela a punto de abrir un avispero

Algo muy podrido se esconde tras el caso Gabela. Patricia Ochoa, la viuda del comandante de la Fuerza Aérea asesinado por oponerse a la compra de helicópteros Dhruv para las Fuerzas Armadas, fue recibida ayer por la Comisión Especial conformada en la Asamblea para investigar el caso. Y ahí, entre lágrimas y ante el silencio reverente que por regla general los legisladores dispensan a quienes les hablan con autoridad moral, empezó a descorrer el velo de una trama de corrupción que involucra hasta los niveles más altos del poder del Estado: crimen organizado, tráfico de influencias, falsificación de documentos públicos, sobornos, coimas, tráfico de armas, asesinato… La trama criminal que Patricia Ochoa apenas esbozó rápidamente da cuenta de una estructura mafiosa enquistada en el Gobierno correísta.

Durante algo más de una hora, la Comisión multipartidista que preside César Litardo escuchó a la viuda del general Jorge Gabela, al hermano de este, Iván Guerrero, y al abogado de la causa, Ramiro Román. Ellos hablaron del hostigamiento de que ha sido víctima la familia del general, la persecución judicial, las amenazas… Presentaron pruebas de la falsificación del informe pericial entregado por el argentino Roberto Meza. E involucraron a altas autoridades que la Comisión, (así dijeron sus integrantes) está dispuesta a llamar para que rindan cuentas.

Entre ellas, el más importante de todos: Rafael Correa. Su comparecencia, consideró ayer la Comisión, parece inevitable luego de que José Serrano, su ministro del Interior, lo involucró ayer ante la Fiscalía. Según reveló Patricia Ochoa, Serrano afirmó que, en junio de 2015, el entonces presidente conoció el peritaje de Meza. Es decir, no solo que Correa sabía de la alteración del informe (del cual se extrajeron sus conclusiones comprometedoras), sino que conoce los nombres de los autores intelectuales del asesinato, que según el propio Meza constaban en la desaparecida tercera parte del documento.

Meza no puede revelar los nombres: una cláusula de confidencialidad se lo impide, así que Patricia Ochoa no los sabe. Lenín Moreno, contó ella, le prometió levantar esa reserva, pero extrañamente no lo ha hecho. El caso es que, aparte de Meza (y probablemente Correa), un buen número de altos funcionarios leyeron el informe y han guardado cómplice silencio, empezando por los miembros de la Comisión Interinstitucional que Correa constituyó por decreto para investigar el caso y que Patricia Ochoa llama “Comisión infame, insensible”. Todos ellos desfilarán por la comisión.

Se empezará el jueves, con el exministro de Justicia Lenin Lara. Seguirá la actual titular de esa cartera, Rosana Alvarado, quien no se ha dignado recibir a Patricia Ochoa a pesar de que esta se lo ha rogado. Luego vendrán Lady Zúñiga, José Serrano, la exministra de Defensa María Fernanda Espinosa, a quien Ochoa acusa de haber impedido la investigación; Miguel Carvajal y Wellington Sandoval, que conocieron del pésimo negocio que significaría para el Ecuador la compra de los helicópteros Dhruv y no hicieron nada para impedirlo… Los implicados son decenas.

Todos ellos serán llamados a la Comisión. Allí se encontrarán -y esta es la mejor parte- con la impasible autoridad moral de Patricia Ochoa. Porque la colaboración de la viuda en las investigaciones no se limitará a la comparecencia de ayer. Ella aceptó ser veedora de la Comisión y asistirá a todas las sesiones. Como para sentarse a ver quién tiene la cara de mentir mirándole a los ojos. (Diario Expreso)

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