La salida de Ozil de la selección pone el foco en la gran comunidad turca alemana

La decisión del futbolista alemán Mesut Ozil de abandonar la selección nacional por el “racismo y la falta de respeto” sufridas por sus raíces turcas sacó el lunes a la luz las relaciones del país con su mayor comunidad inmigrante.

El principal político alemán de origen turco dijo que sería difícil que el presidente de la asociación nacional de fútbol permaneciera en el cargo, y añadió que la salida de Ozil sólo sería bien recibida por los que se oponen a la diversidad.

El anuncio de Ozil en las redes sociales el domingo por la noche llevó a los periódicos nacionales a dejar espacio en sus portadas para el centrocampista, de 29 años, un miembro clave del equipo que ganó el Mundial en 2014, y también de la selección eliminada en la fase de grupos del torneo disputado en Rusia.

El jugador, que se enfrentó un aluvión de críticas en mayo por una fotografía suya con el autoritario presidente turco, Tayyip Erdogan, fue especialmente censurado por el presidente de la Asociación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, quien lo responsabilizó de la eliminación de Alemania en el Mundial de este año.

Cem Ozdemir, el exlíder del partido Verdes y el político de origen turco más destacado del país, dijo que sería difícil que Grindel siguiera en su puesto dada la diversa realidad de Alemania y su equipo de fútbol.

“No refleja la amplitud del fútbol en Alemania, por lo que será difícil para los turcos alemanes, o incluso para los alemanes croatas, sentir que la DFB es suya”, dijo a la radio Deutschlandfunk.

El expresidente de la DFB, Theo Zwanziger, fue citado en medios alemanes diciendo que la DFB no había hecho lo suficiente para resolver conflictos antes del Mundial.

“Los errores de comunicación significan que sucedió algo que nunca debería pasarle a los inmigrantes: nunca deberían sentirse como alemanes de segunda clase”, dijo, y añadió: “La renuncia de Ozil es un gran revés para los esfuerzos de integración más allá del fútbol en nuestro país”.

Una portavoz de la canciller, Angela Merkel, dijo el lunes que la mayoría de los aproximadamente 3 millones de personas con raíces turcas que viven en Alemania estaban bien integradas.

También dijo que las personas de origen inmigrante eran bienvenidas en Alemania y agregó que la canciller alemana valoraba a Ozil.

La polémica se produce en medio de un debate político en Alemania sobre la llegada al país de 1,6 millones de inmigrantes desde mediados de 2014, que ha llevado a un aumento en el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) a expensas de los partidos tradicionales.

 También ha expuesto las diferencias de opinión sobre la arraigada gran comunidad turca del país. (Reuters)

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