En la actualidad todo el mundo da por sentado que internet cambió nuestra sociedad por completo. Pero cuando en los 90 Tim Berners-Lee creó la primera página web de la historia, nadie hubiera imaginado que esa sería la base del mail, del comercio electrónico, Facebook, WhatsApp u otros tantos servicios digitales. De manera similar hoy hay un nuevo fenómeno disruptivo poco conocido: Blockchain. Puede convertirse en la tecnología dominante de 2018 y cambiar radicalmente los sistemas de registro usados por bancos, comercios y empresas desde el siglo XIV.
“La historia muestra que a veces aparece algo disruptivo para la economía y la sociedad. Todo indica que Blockchain es, hoy, uno de esos fenómenos”, le dijo a PERFIL Luis Paolini, docente de la materia Tecnología para los negocios en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), universidad que acaba de abrir la inscripción a su Diplomatura en Criptoeconomías.
Pero, ¿qué es Blockhain? “Hoy todas las organizaciones siguen utilizando, con pocos cambios, el sistema de registros contables que fue sistematizado hace ya cinco siglos, y cada organización sigue usando conceptos como “debe” y “haber” y llevando sus propios registros que hay que conciliar con lo de otras empresas o entidades. Y esto suele generar errores costosos de rastrear. La adopción amplia de Blockhain permitirá cambiar la forma de llevar registros confiables y minimizar errores, haciendo todo proceso administrativo mucho más eficiente”, agregó.
La idea básica tiene que ver con procesar y almacenar información y datos sensibles, pero ya no en una única gran base de datos, como podrían ser hoy las de la Anses, de un banco o una telefónica, sino hacerlo en forma distribuida, usando el espacio de miles de servidores y de computadoras conectadas a la red. Cada uno de estos nodos guarda, encriptada, una copia igual e inalterable, de todas esas cadenas de datos.
Usos. “Si bien hoy Blockchain suele ser asociado con criptomonedas, de las cuales la más conocida es el Bitcoin, los usos posibles para esta herramienta van más allá”, le explicó a PERFIL María Munaro, ingeniera de sistemas y responsable de proyectos Blockchain en IBM. Un caso posible, según Munaro, es mejorar la seguridad alimentaria. “En 2006 en EE.UU. un lote de espinaca contaminado con Escherichia coli llevó al hospital a 200 personas. Tres murieron y otras treinta tuvieron falla renal. La FDA tardó dos meses en rastrear el origen de la contaminación hasta un productor californiano y durante ese proceso se ordenaron retiros masivos de mercadería, en todo el país, con costos muy altos. Hoy, recurriendo a Blockchain, se puede armar un sistema de trazabilidad –que ya está en prueba– que facilite investigar desde el principio cada proceso de cada insumo alimenticio que se mueva dentro de EE.UU, práctica que se volverá obligatoria a partir de 2020. Con este nuevo sistema será posible rastrear en pocas horas el paso a paso de cada alimento desde su origen”. Con la misma técnica se podrán “trazar” medicamentos y la FDA lo está estudiando para poder guardar, en forma segura, historias clínicas de pacientes.
¿Por qué aparte de rápido es seguro? Blockchain usa encriptación distribuida y facilita armar un sistema de autenticación de personas –algo que ya está desarrollando el gobierno de Canadá– para que sus ciudadanos hagan trámites importantes en forma remota, usando su smartphone. Para eso intercambian y comparten cadenas de bloques de información que incluyen datos que solo poseen la compañía de teléfonos, el gobierno y un banco. “Así se autentifica una persona con seguridad y al mismo tiempo hackear tres sistemas diferentes es mucho más complejo que robar los registros de una única gran base de datos que contenga toda esa información de cada persona”.
En Argentina el Blockchain y las criptomonedas son, todavía, algo marginal pero –según Munaro– este año esta tecnología puede volverse estrella de los negocios: “hay varios proyectos en desarrollo.
Y, si todo va bien, durante 2018 comenzará a ser usado por algunos protagonistas del segmento financiero y posiblemente alguna agencia gubernamental”.
‘Crowdjury’: una Justicia más rápida
Uno de los campos que Blockchain puede revolucionar, en el mediano plazo, es el sistema de Justicia. Federico Ast es economista, filósofo y fundó “Crowdjury”, una plataforma web que permite resolver disputas legales de manera rápida, económica y transparente, utilizando una combinación de Blockchain, crowdsourcing e Inteligencia Artificial.
“Supongamos que una persona quiere hacer su sitio web –explica Ast– y para eso contrata a un diseñador de páginas de otro país. Para estar seguros podrían firmar un contrato inteligente y, si luego surge algún problema, dirimir ese conflicto a través de expertos que analizarán la evidencia y darán su veredicto”. Cada jurado analiza las pruebas y vota cuál parte tiene razón. “La tecnología Blockchain permite que esos jurados sean elegidos de manera realmente transparente y que ni las pruebas ni el contrato original sea alterado por las partes”.
Este concepto no sería utilizado, en principio, para dirimir crímenes penales o de juicios de altos montos sino que sería de gran utilidad para resolver conflictos de menor cuantía o situaciones en las que una mediación o arbitraje es una opción posible.
“La tecnología de Blockchain puede adaptarse a muchas prácticas sociales. El Blockchain va a reconfigurar muchas de nuestras instituciones actuales, entre ellas, la Justicia”.