LAMENTABLE | Han cuerpos incinerados de los dos desaparecidos en la ruta Chone – Guayaquil

La esperanza de encontrar a Franklin Olimpo Mecías Barberán y Carlos Alfredo Véliz Alcívar se apagó para siempre entre sus familiares. De ellos quedaron aquellas osamentas halladas el sábado 9 de agosto de 2025 en la comuna San Ramón del cantón Sucre, al norte de Manabí.

Tras dolorosas horas de espera, luego de rigurosos exámenes antropológicos en el Centro Forense de Manta, los parientes recibieron la noticia que no querían escuchar. Los restos encontrados la mañana del sábado por un agricultor que iba a cosechar habichuelas en la comuna San Ramón, parroquia Charapotó, eran de Franklin y Carlos, desaparecidos desde el lunes 4 de agosto.

 

 

 

 

 

Agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desaparición y Secuestros (Dinased) fueron informados de que el hallazgo de las osamentas ocurrió a eso de las 08:15 del sábado, luego de que el trabajador del campo vio un gran número de gallinazos sobrevolando en un terreno descampado.

Cinco días después de la desaparición hallaron los restos.

Cuando se acercó al sitio donde pululaban las aves, el hombre quedó paralizado al ver un cuerpo completamente calcinado y, a poca distancia, otros restos humanos, como un cráneo, un brazo, una mano.

La maleza ennegrecida, tierra chamuscada y fragmentos de ropa quemada completaban la escena de horror que hallaron los agentes el sábado último. Además, en el sitio los policías levantaron siete indicios balísticos calibre 9 milímetros, lo que les hace presumir que las víctimas fueron ejecutadas a tiros antes de ser incineradas.

Misterio rodea la desaparición de hombres

Por el avanzado estado de cremación de los cuerpos, los peritos solicitaron que un antropólogo forense de otra ciudad ayude en el examen. Las pruebas confirmaron su identidad el domingo 10 de agosto, dejando un dolor profundo en las familias.

El lunes 11 de agosto por la mañana, los restos fueron velados en salas privadas de Chone. Su sepultura estaba prevista para la tarde, en medio de misterio sobre el motivo de este cruento crimen.

Aquel 4 de agosto, según informaron sus familiares Carlos Véliz Alcívar, funcionario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, y su suegro, Franklin Mecías, salieron desde Chone a las 05:00 a bordo de un carro plateado, rumbo a Guayaquil, provincia del Guayas, donde Véliz trabajaba.

Minutos después de que emprendieron el viaje, los teléfonos de los parientes quedaron en silencio. No hubo llamadas, mensajes, ni ningún otro rastro.

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