Los cuerpos de Isabel Olmedo Guerrero (51 años) y su hija Ivanova Geokasta Zambrano (22) fueron velados y sepultados juntos en el cantón El Carmen (provincia de Manabí), en el cementerio Jardín del Paraíso.
Supuestamente, ellas fueron asesinadas por el conviviente de Ivanova, quien se habría llevado a su hijo de 2 años, luego de cometer el crimen. Sin embargo, los agentes hallaron al niño, que fue entregado a sus parientes maternos.
Uno de los más golpeados por esta doble muerte es Wilmer Santana, esposo de Isabel y padre de crianza de Ivanova. El hombre lloraba frente a los féretros, mientras era abrazado por otros seres queridos.
«Recuerdo que me fui a trabajar, como todos los días, a las 6 de la mañana. Recibí una llamada y me dijeron que algo grave pasaba en casa. Al llegar me enteré de lo ocurrido», recordó el entristecido hombre.
Santana manifestó que Ivanova se había separado de su pareja hace unos 15 días, ella tomó la decisión porque él era muy celoso y no dejaba que ella visitara a su mamá. «No la dejaba salir ni a la esquina, la seguía», reveló.
Wilmer contó que son dos niños, uno de 7 años y otro de 2, quienes se quedan sin mamá y abuela. El mayor, lamentablemente observó cómo se registró la escena de terror, en la cual Isabel recibió 14 puñaladas y su hija, 8, las mismas que acabaron con sus vidas.
Una tía de los niños será quien se haga cargo de su crianza de los menores de edad.
‘SE HIZO HUMO’
Al sospechoso del femicidio y ‘suegricidio’ parecería que se lo tragó la tierra. Lo último que se supo de él, según la Policía Nacional, fue que dejó al menor abandonado en un taller de mecánica donde laboraba. Esto fue la mañana del viernes 24 de marzo, en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Las unidades tácticas y de inteligencia se han desplegado tratando de dar con el supuesto responsable del brutal ataque. Las autoridades han coordinado acciones con transportistas, taxistas, instituciones para dar con el paradero del individuo.
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