Más de 55 agresiones a periodistas se han registrado durante los días de manifestaciones en Ecuadort

Las agresiones a periodistas también son parte de las movilizaciones convocadas por la Conaie, desde el 13 de junio pasado.

Fundamedios ha registrado 43 agresiones contra la prensa. Dos, a periodistas de LA HORA. Fabricio Cevallos, director de la regional de Tungurahua, con sede en Ambato, recibió golpes en el momento que se encontraron las protestas de personas que reclamaban por la paz y otras por el allanamiento a la Casa de la Cultura.

Asimismo, Arahí Vega, periodista de la sede de Quito, fue amenazada por manifestantes cerca de la Universidad Salesiana. Le advirtieron que si no se retiraba la golpearían con un palo. Esto cuando realizaba un reporte.

Según Fundamedios, ha contabilizado 43 casos. 27 periodistas agredidos, junto con 4 comunicadores comunitarios; 4 camarógrafos; 3 medios digitales; 2 asistentes; 2 organizaciones sociales y los medios de comunicación en general. “La mayoría de agresiones se atribuyen a los manifestantes, con 25 casos. Agentes del Estado 14 agresiones; y cuatro agresiones son atribuidas a desconocidos”, dice un informe.

Las agresiones físicas ocupan el primer lugar, con 20 casos; seguido de 8 amenazas; 4 casos de restricción en el espacio digital; 3 detenciones; 3 casos de impedimento de acceso a la información; 2 casos de uso abusivo del poder estatal; dos casos de discurso estigmatizante y la aplicación de un marco jurídico contrario a estándares.

En Pichincha han sucedido 16 casos, y ya es el epicentro de la violencia contra la libertad de expresión en Ecuador. Sigue Latacunga, con siete agresiones; Guaranda, con cinco casos; Guayas con cuatro casos; Pastaza, con tres; Imbabura, con dos caso y Chimborazo con uno.

De otro lado, Red de Periodistas Libres (RPL) ha recibido 12 alertas de agresiones. Verónica Larrea, coordinadora de RPL, señala que alertan permanentemente y han hecho pronunciamientos sobre las denuncias. “La mayoría son agresiones físicas, amenazas e intimidaciones. El denominador común es que los manifestantes no quieren que se conozcan sus testimonios, lo que se graba. Hay impedimentos en ese sentido”, dijo Larrea. Además, dijo que hay subregistro de las agresiones a la prensa en estas protestas convocadas por la Conaie. (DLH)

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