Más de 700 muertos en dos días contabilizó el Registro Civil de Guayas

Morgues repletas. Cadáveres apilados en camiones. Cuerpos descomponiéndose en clínicas privadas, en hospitales públicos. Deudos que reemplazan el llanto por los ruegos para pedir que les devuelvan los restos de sus seres queridos.

Es la información ‘extraoficial’ sobre lo que pasa en Guayas por el coronavirus, pero la que ha proliferado a modo de denuncia por redes sociales desde que empezó la emergencia sanitaria el 11 de marzo de 2020. Hechos que EXPRESO ha confirmado en las calles.

La cifra oficial, la que maneja el Gobierno, contó 79 fallecidos confirmados por COVID-19 y otros 61 como sospechosos, desde que se detectó el primer caso en Ecuador, el 29 de febrero, hasta el 31 de marzo de 2020. Es decir, ese número de decesos por la enfermedad en todo marzo en todo el país.

Sin embargo, otra cifra oficial, la del Registro Civil Provincial del Guayas, computó 388 inscripciones de defunción por diversas causas, solo en la Zona 8 (Guayas, a excepción de Milagro) en un día: el 31 de marzo de 2020. El día anterior, el 30, registraron 334.

Esto significa que en dos días se asentaron más defunciones que las que hubo en todo marzo de 2019, que cerró el mes con 609 certificados ordinarios. Extraordinarios se registraron 149.

¿Cuántos de esos más de 722 certificados de defunción en dos días corresponden a muertes por coronavirus? Como ya lo ha publicado este Diario, es difícil averiguarlo porque en la mayoría de los casos no realizan autopsias ni pruebas a los cuerpos. Lo que derivaría en un subregistro.

De hecho, las inscripciones se multiplicaron por 12, si se compara el número del 31 con el del 17 de marzo, cuando el Registro Civil inscribió a 32 fallecidos. Desde ese día, la cifra fue aumentando hasta un 1.112,5 % (ver gráfico abajo). Un incremento en los registros que, según revisó este Diario en las estadísticas de la institución, jamás se había dado en ningún mes desde 2016. Ni siquiera en abril de ese año, cuando ocurrió el terremoto de Pedernales (el 16 de ese mes), hubo tantas inscripciones de muertos en la Zona 8. Ese mes cerró con 306 inscripciones ordinarias. Cifra que no alcanza siquiera a los 334 fallecidos inscritos solo el 30 de marzo de 2020.

Estos datos, precisando los números del 30 y 31 de marzo, fueron enviados por la entidad a través de correos y mensajes de WhatsApp por voceros del Departamento de Comunicación. Sin embargo, luego de hacerlo, solicitaron que no se publicaran y que fueran pedidos al Comité de Operaciones de Emergencia (COE). EXPRESO habló con la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y le cuestionó por qué tendrían que omitirse estas cifras.

Ella, que aclaró que no era una declaración oficial, reiteró lo que ha había dicho en anteriores declaraciones sobre que se aportarían nuevas cifras en los próximos días. Sugirió que había que ser prudente con esos datos para que no se mezclaran las estadísticas de fallecidos por COVID-19 con las muertes derivadas por otras causas.

Este Diario se trató de comunicar con otros integrantes del COE, entre ellos el vicepresidente Otto Sonnenholzner, pero hasta el cierre de esta edición no respondieron.

Y eso que personas como Luciana (nombre protegido) tuvieron que esperar hasta cinco días para que le entregaran el cadáver de su madre, y así sus parientes pudieran realizar el trámite civil. ¿Cuántos más procesos de certificados de defunción hay represados en Guayaquil porque los cuerpos no son entregados a los familiares? Otra interrogante sin respuestas.

“Mi madre murió de COVID-19. Estoy haciéndolo todo por teléfono, llamando, pidiendo ayuda…”, escribió a este diario el 24 de marzo para pedir ayuda, porque nadie en el hospital del Guasmo donde falleció su pariente el día anterior le daba respuesta sobre el paradero de sus restos.

“Aún no aparece el cadáver…”, volvió a escribir el 25 de marzo. El 27, “aún nada”. Seis días después, finalmente, les devolvieron su cuerpo luego de prácticamente rogar por él.

Según los protocolos del Ministerio de Salud Pública (MSP), entidad que no ha contestado ninguna petición de entrevista o preguntas planteadas por EXPRESO, la madre de Luciana tenía que cremarse. Ellos la sepultaron porque “nos estaban cobrando 1.500 dólares por la incineración”.

Pero esto no solo ocurre en hospitales públicos. Mariana (nombre protegido) denunció a través de las redes sociales que el cadáver de su madre, que murió el sábado 28 de marzo, no aparecía en un centro privado de la ciudadela Alborada. “… En la tarde fuimos con la funeraria a retirarla (…). Los llevan a un camión donde tienen los cadáveres, me llamaron después de unos minutos para que reconozca a mi mamá de una pila de cadáveres porque no la encuentran”.

Un vídeo que circula en redes sociales también denuncia la aparición de una adulta mayor en la misma clínica. Una trabajadora del lugar contó a EXPRESO que, efectivamente, la morgue del sitio “está repleta”. ¿Por qué? Ninguna autoridad responde.

Luis Sarrazín, exministro de Salud, asegura que en todos sus años de experiencia como médico “nunca ha habido tantas muertes en Guayas y Guayaquil”. Y podría asegurar que la mayoría ha sido provocada por el virus. No le ve otra explicación.

La única cifra oficial, que fue actualizada ayer 1 de abril, pasó de 79 a 93 fallecidos. El resto, sea cual sea la causa de su deceso, se sigue descomponiendo en las morgues de las clínicas, en sus casas o en las veredas. (Expreso)

1 Comment

  1. Ministerio de salud. ¿hay o no hay, que fiarse de su casuística? ¿responden a intereses políticos?

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