Casarse resulta ser muy fácil, pero divorciarse no lo es. Así lo atestigua Catherine Navarro, una mujer que tras 15 años de matrimonio solicitó el divorcio a su pareja. Sin embargo, debió esperar otros 7 largos años para que finalmente se cumpliera y lo celebró por todo lo alto: con una fiesta.
Al propio estilo de un cumpleaños, con pastel, globos y música, la mujer de New Jersey festejó su separación. Según reseña el Daily Mail, se trató de una relación tóxica que Catherine soportó desde sus 20 años. A esa edad se casó con Marc y ahora, con 34, es nuevamente libre.
Pese a que se calificó su matrimonio como «tóxico», fue en 2012 cuando solicitó por primera vez el trámite. Sin embargo, este no le fue concedido ya que Marc se encontraba «desaparecido», por lo que ella debía comprobar a los tribunales, antes que se lo concedieran, que lo buscó por todos lados.
La historia revela que Catherine y Marc tuvieron una boda apresurada. Ambos se casaron en el Ayuntamiento de la ciudad de Nueva York, en medio de sus amigos y su madre. Sin embargo, con el paso del tiempo se notaron los secretos y la falta de amor.
La fiesta de divorcio
Fueron un total de 30 invitados que celebraron a su lado, muchos de los mismos que la acompañaron en la boda. Pancartas con «fuera del matrimonio» y pasteles con frases como «hombre adiós», son algunos de los detalles extravagantes en el curioso festejo.
«Estaba tan emocionada de finalmente recuperar mi apellido de soltera y deshacerme de él (…) Sentí que tenía 20 años nuevamente», expresó Catherine Navarro tras cumplirse el divorcio.