Tras una tercera jornada en que se completó el rescate de los 12 chicos futbolistas y su entrenador en Tailandia, el encuentro con sus familiares no se ha concretado. Solo pueden verlos a través de un vidrio, debido a que los chicos están en cuarentena en el hospital.
Para salir de la oscura cueva, primero debieron usar gafas y que sus ojos se volvieran a acostumbrar a la luz del sol. Al permanecer con poco alimento y tantos días en las cuevas tienen bajas defensas,por lo que no pueden abrazarse aún con sus padres.
Dos tendrían infecciones pulmonares, pero los cuatro menores del primer grupo rescatado ya deambulaban por el hospital.
El jefe del operativo de rescate, Narongsak Osottanakorn, habló con periodistas al final de la misión de 17 días, en una conferencia de prensa que se inició con aplausos a su llegada. Confirmó además que un médico y todos los buzos de SEAL que participaron del rescate también salieron a salvo de la cueva.
«Nadie pensaba que podíamos hacerlo. Fue una primicia mundial», dijo Osottanakorn. «Fue una ‘Misión Posible’ para el equipo de Tailandia», agregó.
Ayuda internacional
«Los héroes esta vez son personas de todo el mundo», señaló Osottanakorn, refiriéndose al equipo internacional que ayudó en el operativo. «Esta misión fue exitosa porque teníamos poder. El poder del amor. Todos se lo enviaron a los 13», añadió.
Las autoridades informaron que los detalles del operativo de rescate serían revelados el miércoles.
Los ocho niños rescatados el domingo y el lunes gozaban de buena salud en general y algunos pidieron pan de chocolate para desayunar, dijeron funcionarios el martes.
Voluntarios desde Australia hasta Estados Unidos ayudaron en los esfuerzos para salvar a los niños. Personal militar estadounidense también asistió en la misión.
Las autoridades no confirmaron la identidad de los niños mientras los iban rescatando por respeto a las familias cuyos hijos aún estaban atrapados. A los padres de los primeros cuatro chicos liberados se les permitió verlos a través de una ventana del hospital, dijeron autoridades de salud pública el martes.
Los niños permanecían en cuarentena por el riesgo de infecciones y probablemente estarán internados una semana para someterse a más pruebas, agregaron previamente funcionarios.