Han recorrido hospitales, albergues, unidades de Policía Comunitaria, morgues y terminales terrestres para buscar a sus papás desaparecidos. No tienen respuestas y lloran al recordar que el Día del Padre es una fecha que no pueden celebrarla hoy, 18 de junio de 2023, como lo hacen el resto de las familias.
Miles de preguntas rondan en sus cabezas y lo único en que coinciden es que continuarán recorriendo el país pegando carteles para dar con el paradero de sus seres queridos.
El padre y hermano de Mariela Montenegro, Holger Gilberto y Holger Fernando, desaparecieron el viernes 27 de junio de 2008 en Cuenca, capital de la provincia del Azuay, junto a su madre, Isolina del Carmen León.
La noche de ese día, ellos acudieron a una reunión familiar en la ciudadela Paraíso y tras salir no se supo lo que pasó cuando se dirigían a su casa en el sector de Cañaribamba. Lo curioso de este caso es que el carro en el que se movilizaban asomó a los pocos días, pero el paradero de la familia Montenegro es desconocido hasta hoy.
Cada vez que se acerca el Día del Padre, ella se aflige. «Mi hermano tenía dos hijos que al momento de su desaparición tenían 15 y seis años. Los chicos sufrieron mucho tras lo que pasó, incluso recibieron ayuda psicológica para salir adelante», contó a Ecuavisa.com.
Mariela se enfermó y su esposo la ha apoyado para sobrellevar la tristeza. Ha recorrido las provincias del Ecuador para buscarlos y pegar afiches con sus fotografías. Afirma que no descansará hasta encontrarlos y continuará participando en los plantones y marchas que organiza la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec).
«Siento envidia de las familias que pueden celebrar el Día del Padre. Solo les puedo decir que lo disfruten porque uno nunca se imagina lo que puede suceder a futuro»
Mariela Montenegro
Vicente Valenzuela no vuelve a casa desde hace 19 años
René Valenzuela aprendió, con el pasar de los años, a sobrellevar la tristeza por la desaparición de su padre, Vicente, quien no vuelve a casa desde el viernes 23 de abril de 2004. Lo último que se supo de él es que lo vieron caminando en la avenida Las Américas y camino viejo a El Valle, en el sur de Cuenca, provincia del Azuay.
Se le quiebra la voz al recordar lo que ha pasado en los últimos 19 años. Al principio, lloraba todos los días y se desesperaba, no podía contener la angustia. Se dedicó a consumir bebidas alcohólicas para alejarse de la realidad, pero su salud empeoró y tuvo problemas con su familia. «Era casi un mendigo de la calle, gracias a Dios logré salir adelante y puedo trabajar», recuerda.
Se desesperaba y deambulaba por las calles de Cuenca a la espera de una respuesta. Se unía a las búsquedas con la Policía y también organizó otras solo con sus parientes. El caso se cerró en 2008, pero lo abrieron nuevamente en 2013 cuando se creó la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro de la Policía Nacional (Dinased).
«Me han dicho que está enterrado en una zona de tolerancia en Cuenca y nada más. Hay problemas, he tenido como nueve fiscales», contó René. Luego se enteró que a su padre lo asesinaron y enterraron. La persona que lo mató también falleció en 2014.
Al Día del Padre lo considera como cualquier fecha del año. Ha tomado fuertes medicinas durante años para controlar la depresión y conciliar el sueño. Trata de no recordar lo que ocurrió por salud mental. «La tristeza ya no me afecta como antes. Perdí mi matrimonio y mis hijos, me quedé solo por el sufrimiento».
Siempre recuerda que su papá ahora tendría 63 años. Por momentos, le parece como si estuviera vivo. Sigue terapias psicológicas para no tener recaídas emocionales.
Siete años sin el rastro de Manuel Mero Anchundia
Manuel Mero Anchundia desapareció, el 8 de diciembre del 2015, en el recinto La Rita, cantón Empalme, en Guayas. Actualmente tiene 77 años. La última vez que lo vieron fue cuando se dirigía a su finca ubicada en el recinto La Rita.
Su hija, María Mero, reza todos los días para encontrarlo sano y con vida. Junto a sus familiares, ha recorrido las provincias de Manabí, Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas para buscarlo. Ha recorrido las morgues y hospitales sin obtener resultados.