Palmeiras volvió a ser el mejor equipo de Sudamérica por segundo año consecutivo. En la mejor final de Copa Libertadores de los últimos años, los de Abel Ferreira se impusieron a Flamengo (2-1) y estará clasificado al Mundial de Clubes. Raphael Veiga a los cinco minutos adelantó al ‘Verdao’ y Deyverson en la prórrogarompió la igualdad que había impuesto ‘Gabigol’. Justo campeón en Montevideo en un partido de infarto.
El ‘Verdao’saltó al estadio Centenario de Montevideo convencidos de su plan de partido ante Flamengo. Abel Ferreira estudió muy bien a su rival y les dotó de un contexto propicio para sacar de quicio a uno de los equipos que mejor juegan, no solo de Sudamérica, sino en el mundo. Con un Gustavo Gómez imperial y un Mayke hiperactivo, no dejaban jugar al ‘Mengao‘ y salían muy rápido al contragolpe. Así asestaron el primer golpe a los cinco minutos.
Gómez, eterno capitán del ‘verdao’, jugó en largo para un Mayke que encontró a Raphael Veiga con su centro. El disparo del centrocampista besó la red de un Diego Alves que no se lo podía creer. Flamengo sabía que iba a ser un partido de pocas ocasiones, pero ahora que Palmeiras se había adelantado jugaban contra más adversidad. El tiempo, un rival bien plantado, y la historia.
La lesión de Filipe Luis no ayudó a los rubronegros, pues el lateral se marchó sustituido a la media hora de encuentro. Filipe era uno de las armas más potentes en ataque del equipo de Renato Gaúcho, que se quedaba ‘cojo’ por el sector izquierdo. Un sector al que caía Rony, incansable. Flamengo no sabía leer el partido pero aún así sacaba el carácter por medio de De Arrascaeta, Everton Ribeiro y Bruno Henrique. Un partidazo a la altura de ambos equipos.
La muralla verde
Con las líneas bien juntas y unas actuaciones individuales de altísimo nivel, Palmeiras logró contener a Flamengo durante la primera mitad. Gómez anuló a ‘Gabigol‘, que acabó desquiciado, y Weverton vivía relativamente cómodo, manteniendo otra portería a cero en lo que es un récord de la Copa Libertadores. Su sexta final podía acabar con el tricampeonato.
El gol más tempranero desde 2008
La reacción de un campeón
Al Flamengo, acostumbrado a gobernar los partidos y manejarlos con la calidad de sus jugadores, se le atragantaba la defensa de Palmeiras. La mala suerte también fue su compañera en Montevideo, con ocasiones claras de Gabriel Barbosa o David Luiz. Palmeiras, agazapado, esperaba para matarlo al contragolpe en el escenario donde más cómodos se sentían.
Pero el ‘Mengao‘ no se rindió y fue con todo a empatar. No quería tirar la toalla tan temprano y ‘Gabigol‘, pichichi de la competición, batió a Weverton. El delantero, que había tocado la copa contra toda superstición, volvía a marcar en una final y puso el Centenario patas arriba.
‘Gabigol’, 11 goles en la Copa Libertadores
Y por si no había más emoción, prórroga. Las aficiones no podían contener las lágrimas y los jugadores dejaron las pocas fuerzas que les quedaban dentro del campo. Los entrenadores movían los banquillos. Deyverson fue uno de los que entró, convirtiéndose en el héroe de Palmeiras.
En un fallo garrafal de Andreas Pereira en el centro del campo, Deyverson batió a Diego Alves en el 95 y le daba el título al ‘Verdao’. Segunda Copa Libertadores consecutiva, algo que no ocurría desde el año 2000. Cuarto campeón brasileño en los últimos cinco años. El fútbol brasileño y Palmeiras mandan en Sudamérica.