Paseadores de perros es un trabajo que crece sin una normativa

Todas las mañanas Rubén Cárdenas, quien vive en Ponceano, en el norte de Quito, encarga sus mascotas ‘Lucky’ y ‘Venus’ a Sofía Verdesoto, estudiante universitaria, quien trabaja como paseadora de perros.

La joven cobra cuatro dólares la hora por cada animal que tiene a su cuidado. En los recorridos maneja un promedio de siete mascotas. Realiza esta actividad tres veces por semana y eso le permite ganar dinero para sus estudios. Ella desconoce si existe alguna normativa para ejercer este oficio.

Sobre este tema, Carla Mejía, coordinadora de Urbanimal, admite que no hay una Ley específica, pero comenta que un paseador debe recoger las heces, tratar bien y llevar de una manera adecuada a los animales. Explica que esos parámetros se estipulan, de forma general, en la ordenanza 048, pero reitera que no existe un apartado específico que norme la actividad de los paseadores de perros como tal. En casos de incumplimientos, comenta que el ente sancionador sería la Agencia Metropolitana de Control (AMC).

“Como son animales que tienen propietarios y, por lo general, contratan un servicio, debe trabajar la AMC en eso, sobre todo, las condiciones y las reglas de cómo deben hacer y regularizar. Nosotros, como Urbanimal, damos acompañamiento y velamos sobre la integridad de los animales en el espacio público”.

En el departamento de comunicación de la AMC; sin embargo, se informó que ellos no tienen competencia en ese ámbito y que tampoco existen sanciones ni nada al respecto dentro de la ordenanza sobre tenencia de mascotas.

Reglamento propio

Fernanda Mejía, quien pertenece a Dog Walking, grupo que se dedica al rescate, rehabilitación y cuidado animal, informa que el paseo que ofrece el colectivo cuesta entre 50 y 60 dólares al mes y el servicio se ofrece de lunes a viernes por una hora diaria, dependiendo las necesidades del perro. “Son paseos personalizados, no vamos en manada y son máximo tres animales de una misma casa”. La mayoría de sus perros tienen trastornos, algunos son agresivos, otros se recuperan de casos de maltrato. A través de una terapia van cambiando su actitud.

Ante la ausencia de una normativa clara, el colectivo estableció normas propias para dar un trato digno al animal. Las excursiones, por ejemplo, se realizan en el parque más cercano al domicilio. Los animales llevan collares, bozales (cuando el caso amerita), comida, agua y fundas para recoger las heces.

Mejía asegura que el grupo tiene todos los permisos y trabaja directamente con la Secretaría de Salud del Municipio y Urbanimal, pero se guían en los principios básicos de tenencia de fauna urbana para desarrollar esta actividad.

María Vinueza, quien ofrece el mismo servicio en La Carolina, se maneja con pautas similares. Ella pasea a diario un máximo de cuatro perros durante una hora y media. “Me sirve para tener ingresos extra para mis estudios. Así me divierto dándome una vuelta con los animalitos en mi tiempo libre”.

Vacío legal

En el Artículo 38, en la sección tercera de la Ordenanza 048 se mencionan reglas sobre el adiestramiento para canes, pero se omite a los paseadores. Esto limita y dificulta la regulación del oficio, explica Jaime Grijalva, profesor de Etología Veterinaria en la Universidad San Francisco de Quito.

Para el catedrático, es necesario un capítulo específico para paseadores en el que se establezca el número de animales a llevar y normas básicas para ejercer dicha actividad. “Hay quejas de paseadores que llevan a los canes a los parques y ellos se sientan a chatear y los perros están amarrados. He visto esta situación y para evitar esos problemas el tema debe estar normado en la Ley”.

Manejo de excrementos

Uno de los problemas que se asocia con los paseos de perros tiene que ver con el mal manejo de los excrementos. Esto lo confirma Karla Cuenca, quien vive en el sector De los Arrayanes, en el sur. “Si caminas por la vereda pisas orinas o heces”.

Desde 2011 existen normativas que establecen que las personas que guíen perros u otros animales de compañía deben adoptar medidas para evitar que sus excrementos terminen sobre el espacio de los peatones (calles, veredas, espacios deportivos).

Hay personas que recogen las heces de sus mascotas y luego arrojan la funda en la basura común. Otras dejan el excremento fuera de su casa y no les importa incomodar al resto. También hay otras que llevan guantes o bolsas de plástico y solo simulan recoger el excremento y se van como si nada.

La Ordenanza 332 que hace referencia a la gestión integral de los Residuos Sólidos establece una multa del 20% de una Remuneración Básica Unificada a quienes permitan que los animales domésticos ensucien con sus excrementos las aceras, calzadas, parterres y demás espacios públicos.

Angela Morales, moradora de La Floresta, hace un llamado al Municipio para que haga cumplir la ordenanza municipal. “Si bien el alcalde de Quito, Jorge Yunda, tiene un cierto interés por el respeto y el cuidado de las mascotas, hasta el momento no hace nada para educar a las personas que salen a caminar con ellas y permiten que las veredas se llenen de excrementos”.

En la AMC se informó que quien se encuentre en la vía publica paseando con su perro y no recoja las heces solo puede ser sancionado ‘en flagrancia’ por un inspector de fauna urbana. La AMC comenta que dependiendo del agravante la sanción económica va hasta los $80.

Esto también se encuentra estipulado como una sanción leve dentro de la ordenanza 001, en el título 4,3 del Sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos. Se trata de una contravención de primera clase por dejar “que animales domésticos ensucien con sus excrementos las aceras, calzadas, parques parterres y en general los espacios públicos”. (MLY/PSD)

Mi opinión en 30 segundos
Margarita Benavidez, veterinaria zootecnista

‘El paseo es necesario’

° “Todas las mascotas necesitan pasear, no importa la hora del día, pero es necesario que el perrito salga de casa, así sea por un momento. Esto les ayuda mucho a socializar pues así aprende a relacionarse con otros animales, personas, y con los diferentes entornos y objetos. A través del paseo, el perro también se ejercita y esto le ayudará a dormir mejor, aliviar la ansiedad y, en definitiva, a ser un perro feliz y sin privaciones”

Denuncias
Temas de fauna urbana

Denuncias (maltrato de animales a través de tenencia irresponsable)

° Agencia Metropolitana de Control MDMQ – 3952300 Ext. 28206 o al 1800-500-900

° Rescate Centro de Gestión Zoo sanitaria – URBANIMAL 2825-393 911

° Comité de Operaciones de Emergencia COE – 911

(La Hora)

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