Pedro y Pablo, dos santos muy venerados en Manabí

Las fiestas de Pedro y Pablo,  los santos  que despiertan amplia devoción entre los manabitas se iniciaron especialmente en algunos enclaves marinos de la provincia. Al filo de la ruta del sol, en la parroquia  Machalilla, del  cantón Puerto López, suroeste de Manabí, el viento helado sopla con fuerza en esta época del año y obliga a los moradores del sector a vestir ropa abrigada. El 18 de junio, 3.000 de los 5.000 pobladores de esta caleta de pescadores artesanales habitantes confluyeron en la playa.

Fiesta al pie del mar

Entre los acordes musicales de una banda de pueblo todos se formaban al pie de mar. Entre ellos llegó Mariuxi Chancay. Vive en Machalilla y dice que los santos Pedro y Pablo eran marineros. Su afirmación se sustenta en que estos apóstoles vivieron siempre en territorios cercanos al mar, por eso la influencia sobre los pescadores.

Las figuras de los santos, después de una misa que se desarrolló por dos horas en el malecón, fueron trasladadas a la playa. Mariuxi, afirma que todo el pueblo es creyente, somos católicos y Pedro y Pablo han sido como una especie de guías y fortalezas cuando nuestros padres, hermanos y esposos salen a sus faenas de pesca.

Para Mariuxi son razones suficientes, para que una vez al año se realicen las fiestas en honor a Pedro y Pablo. El 28 de junio, en Machalilla es especial. Por cuatro días se festejan a estos santos. Todo empieza con un servicio religioso. El acto central es el paseo marítimo.

Más de 500 feligreses se embarcan en amplias lanchas y desde la playa los llevan hacia  siete barcos de madera. Mario Luchas Anchundia, un joven de la localidad junto con cinco amigos lograron subir a una de las embarcaciones. Es emocionante, he crecido con estas costumbres, ahora podemos conocer la importancia de nuestras creencias, no solo se trata de una simple devoción, estamos conservando nuestra historia, nuestra identidad, reseñó.

Paseo por el mar

En menos de una hora, los barcos estaban llenos de pescadores, sus familias y turistas que llegaron a mirar la fiesta terminaron siendo parte de ella. Las imágenes de Pedro y Pablo fueron ubicadas en barcos diferentes. Entonces empezó el paseo por un tramo de 8 km entre los islotes Sucre y La Viuda. Las embarcaciones adornadas con cintas multicolores eran visibles desde la playa. Heriberto Flores, cuenta que desde los 18 años que llegó a vivir a Machalilla carga a los santos. Hoy tiene 64 años y asegura que llevar las imágenes de Pedro y Pablo por el mar es algo único. Este trayecto náutico empieza en Machalilla y luego se proyecta hacia otros cantones.

En el mar es toda una fiesta. Los priostes, aquí denominados presidentes blancos y negros, llevan en el interior de los barcos comida, bebidas de moderación. Es algo único, la fe que tenemos por los santos nos mueve a llevarlos hacia el mar, ellos son nuestro soporte espiritual cuando estamos en las faenas de pesca reseña Johnny Lucas Villarreal presidente blanco. Es la fe que se tiene a diario afirma. (El Telégrafo)

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