PERSONAJE | Jorge Pinos de vendedor de mangos en circo a campeón de la Sudamericana

La final de la Copa Sudamericana nos deja una de esas historias que habría que contar una y otra vez, ya no sólo en las escuelas formativas de fútbol, sino en cualquier lugar. Una historia de superación que debería ser un ejemplo para todos. Jorge Pinos (Quevedo, 1989) no ha tenido una vida fácil, pero al final su lucha ha tenido recompensa. El actual portero de Independiente del Valle fue fruto de un engaño en 2016 y se vio obligado a trabajar como vendedor de mangos en un circo.
Su constancia y tesón por cumplir sus sueños le han llevado a terminar siendo campeón de la Copa Sudamericana 2019 con el conjunto ecuatoriano. Fue nombrado Man of the Match en la final contra Colón después de su gran actuación en Asunción, con un penalti parado al ‘Pulga’ Rodríguez incluido. Tras la emoción del título y con el campeonato de Ecuador en mente, Pinos atiende a AS para contar su testimonio.
Jorge Pinos creció en una familia humilde de Quevedo bajo la referencia de su padre, que también fue arquero. De él sacó la influencia de jugar con los pies, algo que ha caracterizado a Pinos durante toda su trayectoria y que ha ido perfeccionado con los años. «Me gusta jugar con los pies desde pequeñito. Fue fundamental mi padre, me fijaba mucho cuando él actuaba, eso me ayudó a inclinarme a ser arquero», relata a este periódico. Aunque quien más le ha apoyado en su carrera ha sido su madre: «Quien ha influido más en mi carrera ha sido mi madre. Estoy muy agradecido por tener a una gran mujer a mi lado como ella».
Engaño y trabajo en el circo
Comenzó jugando en Caribe Júnior y pasó por las filas de Barcelona SC, aunque no llegó a debutar en primera división. Después de varios años jugando en las categorías menores del fútbol ecuatoriano, parecía que en 2016 por fin llegaba su oportunidad. Alguien le prometió que jugaría en Europa, pero todo resultó ser un engaño. «Una persona de aquí me iba a llevar a Hungría, a Budapest. Me presenta un contrato falso. Yo como jugador que quiere emigrar en busca de nuevos retos me ilusioné. Cuando me di cuenta de que no era verdad me golpeó muchísimo. Yo estaba fuera del país, mi familia estuvo mal porque hubo un terremoto ese año en Ecuador y no sabía cómo regresar a mi país. Estaba en un lugar ajeno, con deudas, sin dinero para poder regresar, pero gracias a Dios la embajada me ayudó para poder volver a Ecuador con mi familia», cuenta.
Cuando regresó a su país natal, se encontraba sin equipo y sin dinero, así que no tuvo reparo en ponerse a trabajar de lo que le saliera. Fue así cómo terminó vendiendo mangos en el puesto de un circo, algo que siempre cuenta con orgullo. «Trabajé en un circo vendiendo mangos durante cinco o seis meses. Después de salir del circo agarramos el bar de la escuela de mi hijo. No me avergüenzo ni me arrepiento. Creo que eso fue fundamental para salir adelante y luchar por mis sueños», afirma Pinos. Pese a todos los contratiempos, el ecuatoriano jamás se planteó dejar el fútbol. Para ello, el papel de su familia fue fundamental: «Siempre estuve aferrado a la bendición de mi familia, que siempre estuvo ahí y creo que fueron fundamentales para alzarme la cabeza, me ayudaron muchísimo para volver al fútbol».
Primera oportunidad en la élite
Después de una etapa dura consigue regresar a los terrenos de juego con la camiseta de Técnico Universitario y por fin cumple su sueño de jugar en la Serie A. Su buen rendimiento en el conjunto ambateño llamó la atención de Independiente del Valle, que le contrató en febrero de 2019. «Llegar a Independiente fue una de las mejores noticias que recibí. Estoy muy contento de haber venido a esta institución. De estar sin equipo en 2016 a jugar una Copa Sudamericana y quedar campeón creo que es de lo más grandioso que le puede pasar a un jugador», confiesa emocionado a este diario.
Campeón de la Copa Sudamericana
Ahora es nada más y nada menos que campeón de la Copa Sudamericana con los de Miguel Ángel Ramírez, siendo uno de los protagonistas de la final en Asunción. «Ganar la Copa es algo único, algo que todo futbolista desearía alzar. Es una de las copas más importantes de Sudamérica, nos llena de mucho orgullo decir que somos los campeones», expone Pinos. El arquero de los Rayados vivió con mucha serenidad el momento de enfrentarse al ‘Pulga’ Rodríguez en el penal que pudo meter a Colón en el partido: «Me sentía muy confiado en que podía atajar el penal, que podía darle tranquilidad a mi equipo y así fue. La sensación fue única. Tapar un penal en la final de la Copa Sudamericana y quedar campeón creo que es algo que a todo arquero le gustaría vivir», asegura.
Fue nombrado ‘Jugador del partido’ gracias a sus seguridad ante cada llegada con peligro del Sabalero. «Colón nos apretó en el momento que nos hace el 2-1, pero teníamos una ventaja y teníamos que saber controlarla. Supe manejar los tiempos necesarios para darle tranquilidad a mi club. Es un orgullo que me hayan elegido el jugador del partido y creo que eso en lo personal significa muchísimo para mí, para mi familia y para todos mis compañeros que estuvieron ahí respaldándome», señala con orgullo.
En cuanto a las claves que han llevado a Independiente del Valle a alzarse con la Copa, el portero puntualiza que son «la entrega y el sacrificio. No dar ni un balón por perdido en los partidos, saber que jugamos todos por el todo, luchamos por la familia, por la institución, por un país entero».
La importancia de Miguel Ángel Ramírez y el futuro del equipo
La llegada de Miguel Ángel Ramírez al equipo ha supuesto un antes y un después para los de Sangolquí y Pinos se deshace en elogios hacia el técnico español. «Trabajamos muchísimo desde el inicio de temporada, nos propusimos ganar la Copa y así fue. Llega el ‘profe’ Miguel Ángel al primer equipo y nosotros como buenos profesionales que somos damos el 100%. Él ha significado muchísimo para nosotros, ha sido un padre, un amigo, que siempre ha estado para nosotros ahí. Ha aportado muchísimo en cada entrenamiento, dentro y fuera de la cancha también. Ha estado en todo momento», describe.
Después de los festejos por el título, el conjunto ecuatoriano se centra ahora en su próximo objetivo: el trofeo de campeones de la LigaPro. Se enfrentan a Delfín en la primera eliminatoria de los playoffs y el arquero del equipo reconoce que «va a ser muy complicada». «Sabemos que el ida y vuelta va a ser igual que en la Copa y tenemos que manejarlo de la mejor manera posible para poder conseguir la clasificación a las semifinales», explica.
El año que viene el club se enfrentará a unos retos internacionales que les sitúan en un selecto grupo de equipos de gran renombre. Al haber logrado la Copa Sudamericana, Independiente del Valle se ha ganado un cupo para la Copa Libertadores 2020 y para el Mundial de Clubes de 2021, retos para los que, según Pinos, el equipo está preparado: «La institución siempre se ha caracterizado por tener buen plantel. Tenemos los valores y las respuestas necesarias para poder enfrentar todo lo que viene, nos sentimos muy preparados», finaliza.

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