Han transcurrido 15 años desde que Francisco Alejandro Fuentes Vargas se gana el sustento diario en los puntos samaforizados de Santo Domingo, donde oferta distintos artículos a los conductores que se detienen con la luz roja que emite esta señalética.
Su ‘parada’ preferida es el círculo de los continentes, sitio en el que actualmente oferta muñequitos navideños para colgar en los parabrisas de los vehículos. “Hay que aprovechar las temporadas para no cansar al cliente con la misma mercadería. Después de esto vendrán caramelos o galletas, pero lo importante es trabajar”.
Ejercer este oficio durante década y media le ha permitido hacer muchos amigos, entre clientes y compañeros de profesión. Se describe como una persona carismática y siempre dispuesta a ayudar a los demás, motivo por el que es conocido como ‘el jefe del semáforo’.
Manabita
Francisco tiene 45 años de edad y ese oriundo de la provincia de Manabí, pero en el 2004 decidió migrar hasta la tierra Tsáchila. “Fue una decisión dura, pero no me quejo porque me ha ido muy bien”.
Su jornada de trabajo empieza a las 09:00 y termina a las 19:00, tiempo en el que debe soportar la lluvia o el sol. Reconoce que el margen de ganancia no es fijo, pues hay días que le quedan 10, 15 o hasta 20 dólares “yo no reniego por eso, sé que a veces hay y otras no”.
El apoyo de su mujer es fundamental, quien en ocasiones lo acompaña a trabajar. El comercio informal es parte de su vida, labor con la que ha podido alimentar y educar a sus dos hijos. (La Hora)
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