Jenny P. fue sentenciada a 15 meses de prisión por un Tribunal de Garantías Penales en Quito, tras ser encontrada culpable del delito de mala práctica profesional.
La doctora fue la encargada de anesteciar a una niña de un año 11 meses, previo a un tratamiento dental integral en el hospital Baca Ortíz de Quito. El hecho ocurrió el 9 de 2014.
En el proceso se suscitó una inadecuada administración de oxígeno en la paciente que provocó una muerte celular que dejó a la niña en estado vegetativo.
La anestesióloga había abandonado el quirofano donde era intervenida la menor, informa la Fiscalía. Con la ayuda de otros médicos de esa casa de salud lograron estabilizar a la pequeña, luego fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde fue sometida a una craneotomía descongestiva, debido a un edema cerebral.
La Fiscalía acusó a Jenny P. de producir a la víctima una incapacidad permanente e infringir el deber objetivo de cuidado en el ejercicio o práctica de su profesión.
Casi cinco años después del hecho los jueces por unanimidad la declararon culpable. Además la sentencia también incluye el pago de USD 376.000 como reparación integral a los padres de la víctima, una multa de 3 salarios básicos unificados y, una vez ejecutoriada la sentencia, el Hospital Pediátrico Baca Ortiz deberá difundir el fallo en su página electrónica y el Ministerio de Salud Pública ordenará su publicación en toda la red hospitalaria del país.
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