En estricto cumplimiento de lo que ayer anunció el jefe del Fuerte Militar Manabí, Fabián Alvarado Polo, este domingo los militares tomaron el control de la vigilancia del toque de queda y el cumplimiento de las medidas de seguridad que busca desacelerar la curva de contagios con coronavirus.
Prácticamente la ciudad se encuentra sitiada por las Fuerzas Armadas, quienes a esta hora realizan rondas por calles y callejones, a fin de que todos cumplan con el aislamiento domiciliario.
A esta radicalización de los controles se llegó luego de que se conoció que muchas personas infringían el toque de queda con reuniones y concentraciones en canchas, aceras y otros espacios, sin contemplación del riesgo de propagación del coronavirus.
CONTROLES.
A pesar de que se había advertido la radicalización de los controles, este domingo el municipio ejecutó la suspensión de negocios de expendió de colchones, de materiales de construcción, de repuestos y talleres de motos y bicicletas, cuyo funcionamiento no está permitido durante estos días de emergencia sanitaria, informó el director de control territorial, Silvio Larrea.
Hasta las 15h00, también se reportaba la detención de 8 personas consumiendo licor.
Lejos de la aplicación de sanciones y suspensiones, lo que se busca con este tipo de medidas es el cumplimiento de la ciudadanía, y que todos sean sensibles de la necesidad imperiosa de mantenerse en aislamiento para precautelar la salud humana.
Son medidas duras, pero necesarias, cuyo cumplimiento está siendo vigilado por aire y tierra, indicó Larrea, refiriéndose a que los controles también están siendo efectuados empleando la tecnología.
Se recuerda que las sanciones para quienes infrinjan el toque de queda van desde 100 hasta 400 dólares, y privación de libertad de 1 a 3 años para los reincidentes. (GAD Portoviejo)