Al congelador. De los saludos amistosos, los elogios en público y las votaciones alineadas, a las críticas al manejo económico y al distanciamiento marcado. La relación entre el Partido Social Cristiano (PSC) y el Gobierno Nacional pinta cada vez más distante, no solo por las críticas públicas del alcalde Jaime Nebot, líder socialcristiano, a algunas decisiones presidenciales, sobre todo en el ámbito económico, sino por un elemento que ahora marca parte de la hoja de ruta del partido: la presidencia de la república.
Y la ausencia de la alcaldesa electa de Guayaquil, Cynthia Viteri, pese a su justificación publicada en Twitter, a una reciente cita convocada por el presidente Lenín Moreno a todas las autoridades municipales electas, solo evidencia que la relación entre el PSC y el Gobierno ya no es de interés, concluye Marcelo Espinel, director de proyectos de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.
El también abogado y máster en Gobierno y Gestión Pública considera que la nueva configuración de fuerzas políticas, producto de las recientes elecciones, le da la fuerza a la lista 6 para enfriar la relación con un régimen que ahora debe lidiar con varios frentes de críticas: INA Papers, investigación a la presidenta de la Asamblea Nacional y otros. “El resultado es que el PSC ya no tiene nada que negociar con el morenismo y más bien tiene que empezar a trabajar de cara al 2021”.
Mantener una relación, que inició con un estrechón de manos entre sus principales líderes, que se autodefinen como amigos, en este momento no es conveniente, coincide el consultor político Camilo Severino, si la aspiración del PSC es llegar a la Presidencia. “Como partido, es importante marcar ese liderazgo y mostrar un contraste para ser una figura de cambio… Si quieren comunicar cambio y esperanza, no se pueden vincular ni en la foto con el continuismo”.
La ausencia de Viteri al encuentro convocado por Moreno, considera el experto guayaquileño, es un gesto que manifiesta claramente ese distanciamiento, muy aparte de la independencia económica del Gobierno central de la que goza Guayaquil y no otros municipios pequeños, que pueden verse obligados a congraciarse con el mandatario de turno. “Es importante que Cynthia Viterimarque su propio camino y liderazgo y que no se la vea vinculada con la tendencia del Gobierno actual”.
Lenín Moreno disminuye la aprobación a su gestión
La aprobación a la gestión del presidente Lenín Moreno registra, en el último año, una caída de un poco más de 20 puntos. Una medición de la encuestadora Perfiles de Opinión registra, al 18 de marzo de 2018, que cerca del 52 % de los ecuatorianos calificó como buena y muy buena la gestión del primer mandatario. Un año después la cifra cae al 26,82 %, siendo la valoración más baja de aprobación a la gestión del jefe de Estado en el último año. (Expreso)