Con fuertes dolores, imposibilidad total de caminar y con dificultad para orinar y defecar. Así llegó un menor de 7 años oriundo de Cotopaxi hasta la emergencia del Hospital Verdi Cevallos Balda de Portoviejo.
Los padres indicaron que hace tres meses, el pequeño cayó de una bicicleta y tras ayudarle a ponerse nuevamente en pie, notaron un gran bulto en su espalda, que ya llevaba tiempo formándose. Por recomendación de un allegado llegaron a esta casa de salud manabita.
Lo que descubrieron los galenos es que el infante tenía un tumor gigante de columna lumbo-sacra, que se había apoderado de 4 vértebras llegando incluso a infiltrar tejidos blandos adyacentes.
Kleber Sornoza, especialista en neurocirugía indicó que todos los estudios de imágenes evidenciaban una lesión tumoral de gran volumen, por lo que se tuvo que actuar con rapidez para salvar la integridad del menor.
«A partir de allí el niño empezó a deteriorarse al punto que dejó de caminar por la pérdida de fuerza y masa muscular severa» detalla el especialista, añadiendo que su proceso de desmejora fue asombrosamente rápido.
La masa, de 6,5 cm de largo, 4 cm anteroposterior y 6 cm de ancho, se extendía dentro del conducto raquídeo, es decir aquel que atraviesa el centro de la columna , contiene la médula espinal y el conjunto de nervios que desciende desde la parte inferior de la médula espinal, en la zona lumbar.
«Hicimos una cirugía de resección de tumor con descompresión de raíces nerviosas lumbares y sacras, que resultó exitosa», explicó Sornoza.
En recuperación
Tras la exitosa cirugía, el menor inició su proceso de recuperación y ahora ya es capaz de caminar y controlar esfínteres. Por ahora se encuentra a la espera de resultados del estudio celular y en sesiones de terapia física.
En la intervención, que duró 5 horas, participaron los neurocirujanos Kléver Sornoza y Daniel Rivadeneira, los anestesiólogos Darwin Solórzano y Galo Palacios, el enfermero circulante José Solórzano y los instrumentistas Wilmer Gurumendi y Cristhian Acebo.