The New York Times hace análisis de los problemas de Coca Codo Sinclair

‘El Gobierno ecuatoriano apostó por Chinapara una represa que ahora se resquebraja’ es el título de la nota que publicó The New York Times, el pasado 24 de diciembre, sobre la situación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair y las relaciones con China.

“Se suponía que esta presa gigantesca en la selva, financiada y construida por China, comenzaría a hacer realidad las ambiciones de Ecuador: solventar sus necesidades de energía y ayudar a sacar al país de la pobreza. En cambio, se ha vuelto parte de un escándalo nacional que envuelve al país en corrupción, cantidades peligrosas de deuda y un futuro muy ligado a China”, reseña la nota.

La publicación revela los problemas que tuvo la central desde sus inicios; así, por ejemplo, cita un análisis que advertía que la cantidad de agua en la región para hacerla funcionar no se había estudiado en 30 años.

También menciona que los días previos a la inauguración del proyecto, en 2006, “los ingenieros habían tratado de generar la totalidad de los 1.500 megavatios de energía…, pero ni las instalaciones ni la red eléctrica de Ecuador podían con esa cantidad. El equipo se estremecía peligrosamente y hubo apagones en el país…”.

“Ahora la presa funciona a media capacidad. Los expertos dicen que dado su diseño –y el ciclo de estaciones secas y de lluvia– podría generar a su máxima capacidad solo durante unas cuantas horas al día, seis meses del año”.

El expresidente Rafael Correa recurrió a dinero chino para financiar obras y otros gastos. Su intención era librarse de la influencia de Estados Unidos y sus instituciones, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), analiza el medio.

 Los recursos vinieron del Banco de Exportaciones e Importaciones de China(estatal), “que tenía tasas de interés elevadas y exigía a Ecuador usar empresas chinas en la construcción”. En el caso de Coca Codo Sinclair, la encargada fue la firma Synohidro a un costo de $ 2.000 millones.

A todo esto se suma el tema de la corrupción: según The New York Times, habría evidencia que sugiere que altos funcionarios no solo aceptaron sobornos de Odebrecht sino también de China.

“Hasta hace poco, el fiscal Paúl Pérez encabezaba una investigación sobre corrupción por parte de los chinos, y viajó a ese país en noviembre para solicitar ayuda… Renunció de manera inesperada el 13 de noviembre”, a su regreso. (El Universo)

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