Universidad de Manabí nivela a los bachilleres en nueve cantones

La Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) extendió los cursos de nivelación general fuera del campus central, ubicado en Manta.
Se trata de la capacitación a los estudiantes que terminaron el bachillerato y no obtuvieron un cupo para ingresar a los centros de educación superior.
Los cursos de nivelación general, según dispone la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) se imparten, desde mayo, a 1.704 alumnos en el centro manabita.
Miguel Camino, rector de la Universidad, comentó que en la matriz de la Uleam se nivela a mil estudiantes. Los 704 adicionales asisten a clases en las extensiones de Chone, Bahía, Pedernales y El Carmen, además han llegado con esta iniciativa hacia los cantones Tosagua, Flavio Alfaro, Junín y Pichincha.
El objetivo es que los educandos de los ocho cantones puedan acceder al beneficio, cuyo patrocinio económico viene desde Senescyt. La nivelación general se desarrolla los sábados y domingos tanto en Manta como en los ocho cantones.
En la provincia la población supera el millón de habitantes y está dividida en 50 por ciento rural y 50 por ciento urbana, por eso Camino señaló que es mejor ir a los territorios rurales, para que su gente tenga acceso a la universidad.
Luego de que los alcaldes de Tosagua, Flavio Alfaro, Junín y Pichincha hicieran la gestión, la Uleam trasladó la oferta a esas localidades.
Víctor Zambrano, a cargo de la nivelación general y de carrera de la entidad, comentó que era la oportunidad que esperaban los estudiantes. Habían realizado su primer intento a través del examen ser bachiller, no alcanzaron un cupo por tener un bajo puntaje.
Ahora el Estado les brindó la oportunidad para que se nivelen en los diferentes dominios. Zambrano explicó que llegar a los territorios con la nivelación general es descentralizar estos procesos.

La Senescyt Manabí registra a 6.340 estudiantes en los cursos de nivelación general. Son seis instituciones las que se encargan de dictar los cursos a los bachilleres que tienen una esperanza. (El Telégrafo)

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