URGENTE | Porqué el domingo 23 de marzo fue de mucho terror en Manta, Manabí

Manta vuelve a teñirse de sangre. Dos nuevos hechos violentos estremecieron la noche del domingo 23 de marzo, consolidando a esta ciudad como el territorio más conflictivo de Manabí.

El sonido de las balas y el eco del horror se apoderaron de las calles, dejando a su paso dos vidas apagadas en circunstancias aterradoras.

“El Ñato” cayó en La Sirena

El primer ataque ocurrió en el sector La Sirena, cerca del Subcentro Los Esteros en el barrio La Florita. Mario Rivas Álvarez, conocido cariñosamente como “El Ñato”, de aproximadamente 55 años, fue abatido a sangre fría.

Su cuerpo quedó tendido al pie de una vivienda, perforado por múltiples impactos de proyectiles de arma de fuego.

Alias El Ñato fue asesinado en el populoso barrio La Floritacortesía

Testigos del horror apenas tuvieron tiempo de reaccionar. La oscuridad de la noche se iluminó con el resplandor de un vehículo envuelto en llamas, hallado a pocos metros de la escena del crimen. Se presume que este auto fue utilizado por los atacantes para ejecutar su macabra misión antes de desaparecer en las sombras.

Bajo un árbol, lo esperó la muerte

Horas después, otro hecho sangriento sacudió el barrio San Agustín, en la parroquia Los Esteros. Bajo la frondosa copa de un árbol en la calle Orellana, un hombre cayó fulminado por una ráfaga de balas.

La víctima, identificada como Gregorio Cedeño, de aproximadamente 37 años, no tuvo oportunidad de escapar de la muerte.

Cuando los agentes de la Policía llegaron a la escena, la brutalidad del ataque quedó evidenciada en el suelo: ocho restos de proyectiles esparcidos como testigos mudos del crimen.

Las unidades especiales en crímenes acordonaron el área e iniciaron las investigaciones, pero en la ciudad el mensaje era claro: la violencia no da tregua.

Manta bañada de violencia

Con estos dos nuevos hechos de sangre, la cifra de muertes violentas en el Distrito Manta asciende a 112 en lo que va del año 2025. El terror se ha convertido en un visitante habitual en las calles de esta ciudad costera, donde cada noche puede ser la última para cualquiera.

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