255 000 aspirantes rinden el test Transformar para obtener un cupo a la universidad

Por cuarta ocasión, Erika Zambrano intentará conseguir un cupo para estudiar Publicidad y Marketing en la Universidad de Guayaquil. Rendirá este jueves 26 de agosto del 2021 el nuevo test Transformar, instaurado en el actual Gobierno.

La madre de familia de 23 años ha rendido las anteriores evaluaciones -Ser Bachiller y EAES-, pero no ha conseguido el puntaje suficiente.

En esta prueba tiene más esperanzas, dice. Al realizar el simulador virtual de la Senescyt y ver clases gratuitas por Facebook ha notado que las preguntas son más sencillas.

La Secretaría de Educación Superior (Senescyt) informó que 255 000 personas rendirán este 26 de agosto la evaluación. Es uno de los componentes del proceso de admisión.

Representa el 50% del puntaje para postular por un cupo. La otra mitad corresponde a la nota de grado.

La subsecretaria de Acceso a la Educación Superior, María Cristina Aguirre, dijo en un video informativo que para rendir el Transformar no es necesario memorizar contenidos, sino demostrar competencias y habilidades.

Kevin Medina espera que una hora sea suficiente para responder las 170 preguntas que tiene la prueba. El chico de 18 años no pudo hacer el simulador oficial. El primer día que se dispuso para eso, cuenta, no se cargó la plataforma y al siguiente día, el sistema le indicó que ya lo había realizado, aunque no fue así.

Previamente, Kevin se conectó a clases gratuitas en YouTube e hizo simuladores que encontró en Internet. Es la segunda vez que rinde la prueba, en busca de un cupo en la U. Técnica de Machala. Le interesa cualquier carrera relacionada con la salud, dice.

Los jóvenes que tienen Internet y dispositivos harán el test en línea. Además, habrá 303 sedes para los que no cuenten con las herramientas. Estas se ubican en universidades, institutos, infocentros, unidades educativas, centros de privación de libertad y consulados.

Los cuatro ejes del examen

Los aspirantes también se prepararon?en preuniversitarios con el fin de dominar cuatro campos. Gibran Villagómez, director académico de Proyecto Alfa, dice que para la parte numérica aprendieron ejercicios básicos (suma, resta, multiplicación y división), ligados a porcentajes y despeje de ecuaciones, entre otros. En el área lógica, dice, se encuentran las series numéricas y alfabéticas. El coordinador académico del Newton, Geovanny Díaz, señala que para la parte verbal los chicos requirieron conocer vocabulario y analizar palabras. Y en atención y concentración, dice, fue necesario llegar a entender bien las preguntas para evadir los distractores.

Aptitudes, no conocimiento

La característica de la nueva evaluación?en la que más énfasis se ha hecho es que mide aptitudes y no conocimientos. El experto en evaluación de la Universidad UTE, Daniel Espinosa, explica que el segundo tipo de examen busca saber qué tanto conoce la persona sobre algo. Mientras que la de aptitud permite medir la capacidad de razonar. El siguiente paso, dice Espinosa, es pasar a una prueba de competencias, que incluye los dos primeros tipos. Eso implicaría otra estrategia de aplicación, que permita a los aspirantes, no solo seleccionar una pregunta, sino escribir una explicación de su respuesta. La calificación, señala, debería ser con inteligencia artificial.

Apoyo técnico es necesario

A quienes rinden la prueba en línea,?la Senescyt recomendó que cuenten con una conexión a Internet de al menos cinco megabytes exclusivos. Para el experto en tecnología aplicada a la educación, Andrés Hermann, el acceso a conectividad no basta, ya que también es necesario el apoyo técnico durante la evaluación en línea.
En dos días destinados a realizar el simulador oficial se reportaron fallas en la plataforma y la Senescyt indicó que los problemas se solventaron. Si bien este tipo de prueba es un avance en el proceso de admisión a la educación superior, Hermann enfatiza que la brecha en el país no es solo tecnológica sino también cognitiva.

La orientación se incluyó

Como parte de la prueba,?los aspirantes realizan un test de orientación vocacional. Este no tiene calificación, por lo que la Senescyt les pidió que respondan con total sinceridad. Incluir este parámetro les permitirá entender sus capacidades y proyectar sus intereses, indica el director académico de la Escuela de Psicología de la U. de las Américas, Pablo Molina. “Pasa mucho que, por presión familiar o social, las personas eligen una carrera, cuando, en realidad su estructura de conocimiento tiene competencias para otras cosas”. Por ello, Molina señala que este también es un paso para reducir la deserción y promover la aplicación a carreras no tradicionales.

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