Richard Carapaz empieza una nueva temporada con los objetivos claros: pelear la clasificación general del Giro de Italia y buscar etapas en el Tour de Francia. No hay vueltas que darle.
En una entrevista con PRIMICIAS, el carchense reconoce que escogió la ‘corsa rosa’ porque tiene más posibilidades de pelear el título, que en el Tour de Francia.
También se ilusiona con correr el Mundial de Ruanda, pero muestra su decepción por la gestión de la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, con la que ha sido muy crítico. «Ojalá la presidencia recaiga en alguien que quiera que este deporte crezca, no que se hunda».
Por primera vez, Carapaz acepta que está entrando en la parte final de su carrera como profesional y asegura que no hay un relevo generacional para los cinco ciclistas que están corriendo en el World Tour en este momento.
¿Cómo se siente a pocos días de empezar la temporada 2025?
Tenemos muchas expectativas. Todo depende de cómo vaya fluyendo la temporada, pero estoy muy emocionado y motivado, porque hay nuevas oportunidades. La pretemporada ha estado bien, he estado bastantes días en la altura de Tulcán. Me veo muy bien y quiero volver a conquistar el Giro.
¿Por qué eligió al Giro de Italia como su objetivo para 2025?
La Vuelta a España de 2024 me demostró que aún puedo pelear una clasificación general. Creo que aún sigo vigente para las clasificaciones de 21 días y escogimos el Giro por el recorrido. La última semana es muy muy fuerte.
¿El Tour de este año se presentaba muy complicado?
El Tour es la mejor carrera del mundo, pero cada vez es más complicado con los contrincantes que tenemos. Hay que ser conscientes de eso y tampoco ilusionarnos con algo que no se podría hacer. Al Tour iré a buscar otros objetivos, como etapas o el maillot de la montaña.
¿Se siente vigente para seguir disputando clasificaciones generales?
Sí. Esa característica no la he perdido y eso me ha dado sostenibilidad de estar arriba siempre. Ha sido gracias al esfuerzo y al sacrificio que he venido haciendo, de ir modificando los entrenamientos y de buscar siempre la excelencia. Creo que tengo ese plus y eso me hace seguir soñando con clasificaciones, por eso este año vuelvo al Giro a pelear el título. Quiero hacer de mi carrera deportiva lo mejor posible y que quede enmarcado eso en mi palmarés.
¿El plan es llegar en su pico de forma al inicio del Giro o ir mejorando durante la carrera?
Este año, el inicio del Giro es un poco más tranquilo, pero no hay que descuidarse. El Giro siempre tiene carreteras que son un poco ratoneras y hay que tener mucho cuidado. La idea es ir lo mejor preparado, con el pico de forma al 100%. Hoy en día ya no se puede llegar al 95 o 98%, hay que estar al 100% desde la línea de salida del primer día. Y entre mejor estemos, la tercera semana va a ser un poco más fácil. Todo es muy competitivo y llegar bien preparado te va a dar la garantía de que puedes pelear por el título.
¿Cuál es su análisis del recorrido del Giro?
La primera semana tiene la complicación de Albania y salir ilesos de ahí va a ser lo más importante. La primera crono es un poco más técnica y va a marcar mucho. La segunda crono va a ser de fuerza. Y de ahí hay etapas difíciles, como la de Biela (etapa 19), que tiene un trazado muy duro. Conozco varios tramos, son casi 5.000 metros de desnivel y puede ser una de las etapas reinas. Este Giro tiene etapas muy largas que van a desgastar mucho, rivales de mucha calidad y en la tercera semana será la explosión.
¿Ganar la ‘maglia azurra’, de rey de la montaña del Giro, está entre sus planes?
No lo he pensado. Ahora estamos mentalizados en la clasificación general del Giro. Eso está en mi cabeza desde el inicio de la temporada.
A los 31 años y después de haber ganado mucho en el ciclismo, ¿cuáles son sus motivaciones?
Mi motivación más grande es saber que he logrado grandes cosas en el Giro de Italia y que quiero seguir ganando. No tengo un palmarés tan extenso, pero sí de mucha calidad y eso hace la diferencia y es muy motivante. Desde que empecé mi carrera, he hecho carreras World Tour y en la mayoría tengo al menos un triunfo. Eso me hace decir que soy un corredor de mucha calidad y lo he demostrado con experiencia, cómo he corrido, cómo me he defendido y es satisfactorio y motivante también extender mi palmarés.
¿Siente que el ciclismo profesional y amateur de Ecuador ha vivido un antes y un después de Richard Carapaz?
Nosotros no tenemos una cultura ciclista muy firme, hemos tenido períodos muy cortos. Primero fueron los hermanos Hipólito y Jaime Pozo, luego Juan Carlos Rosero y los hermanos Pedro y Franco Rodríguez, después hubo un quiebre bastante largo y vinieron Héctor Chiles y Byron Guamá. Luego hubo una sequía y vino nuestra temporada, que es la que más ha relucido con cinco corredores en el World Tour y que ha hecho que la gente se anime a conocer este deporte. Mucha gente ha comprado una bicicleta y sale a rodar. Esperemos que empiece una cultura un poco más firme. La responsabilidad no es solo de los ciclistas, sino de todos los ecuatorianos y ojalá salgan más Richard Carapaz.
¿Hay un relevo para la generación dorada del ciclismo ecuatoriano?
Si hubiese un relevo, ya tendríamos corredores en equipos continentales, profesionales o corriendo en Europa, pero no tenemos. Existe un quiebre de un relevo generacional de 10 años. No hay reemplazo para Jefferson Cepeda, Richard Carapaz o Jhonatan Narváez. Cuando termine nuestra carrera, no hay otro ciclista World Tour que ocupe esas plazas. No solo es en Ecuador, sino en Latinoamérica. Colombia también tiene un vacío y ya no exporta como antes. Hay un quiebre generacional preocupante para nuestro país, porque no se ha trabajado en categorías inferiores. No hay escuelas, clubes ni carreras, que es lo más importante. Puede haber afición, pero no hay competencias. Decimos que somos un país ciclista, pero tenemos ocho carreras al año, que es muy poco y decepcionante. Deberíamos tener tres o cuatro carreras al mes, para que los chicos se animen a correr y puedan ser competitivos. Ese no es un trabajo de los ciclistas, sino de administración, de saber organizar y de buscar el incremento de competencias.
¿Cuántos años le quedan como ciclista profesional?
Si soy realista, me quedan cuatro o cinco años. Tengo 31 años, voy a cumplir 32 y cuando me retire tendré 37 o 38 años. Me queda poco tiempo y no veo el próximo Richard Carapaz (…) Me preocupa porque somos un país que tiene mucho talento, venimos de generaciones de gente trabajadora, está en nuestros genes y deberíamos explotarlo. Podríamos ser una potencia deportiva.
¿Por qué decidió no correr el Campeonato Nacional?
No hemos tenido una buena planificación con la Federación. Es decepcionante cómo se está manejando, siempre esperamos a última hora en todo.
¿Por qué no corrió el Campeonato Mundial de 2024?
El año pasado, en el Campeonato Nacional en Riobamba, hablé con el presidente y le dije «tienes que pensar en el Mundial de Suiza, que nos viene muy bien». Teníamos equipo completo en todas las categorías, podíamos ir 20 corredores. Pero tuve una reunión con la Federación a falta de dos semanas y el presidente dijo que no había presupuesto. Le advertimos en febrero y no se organizó para cubrir ese evento. Excusas va a haber millones, se excusaron con cosas que decepcionan, porque eso es gestión, no es otra cosa.
¿Le gustaría correr el Mundial de este año, en Ruanda?
Hay otros siete meses para el Mundial de Ruanda, que también es muy bueno. Va a ser en altitud, con muchos metros de desnivel. El país debe ser consciente que a ese Campeonato puede ir un equipo completo, pero todo va a depender de la Federación y a quién lleve. Espero estar ahí y que todo se organice como es debido. El año pasado, yo me hice cargo de los corredores que iban a ir al Mundial. El equipo (EF Education – EasyPost) iba a llevar el autobús, masajista, mecánico, técnico y nosotros íbamos a poner ese rubo, eso la gente no sabía. A mi me enorgullece representar a mi país, pero me decepciona mucho la gente que maneja el ciclismo (…) Claro que me hace muchísima ilusión ir al Mundial, creo que tenemos una buena oportunidad para que Ecuador tenga un campeón mundial.
Este año habrá elecciones en la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, ¿qué opina?
Esperemos que en estas nuevas elecciones, la presidencia recaiga en alguien que quiera que este deporte crezca, no que se hunda. Hay que hacer entrar en razón a los clubes para esta nueva elección, sino vamos a tener un declive importante en el ciclismo en el Ecuador. Ahora estamos corriendo nosotros, pero en unos años vamos a desaparecer y la gente se va a preguntar por qué no estamos en el Tour de Francia, el Giro de Italia o la Vuelta a España. Y será porque no se ha creado esa cultura y eso recae en la gente que administra estos puestos.
¿En algún momento le gustaría involucrarse en la dirigencia deportiva?
Sí me gustaría, porque es decepcionante todo lo que ha pasado. En Ecuador, en los últimos años, hemos tenido cupos completos para Panamericanos, Mundiales e invitaciones a carreras, que se han desechado. Y no es que pierde Richard Carapaz o los corredores World Tour, pierden los jóvenes que se están matando entrenando y sueñan con ir a los eventos y por falta de gestión no se ocupan esas plazas. Esas invitaciones no llegan por casualidad, vienen por los puntos que hacemos. Vienen invitaciones para todo, formación de técnicos, mecánicos, hay un montón de cosas que no se ocupan. Cuando nuestro período se termine, no sé si vamos a tener esas invitaciones. Como no va a haber ciclistas vigentes, Ecuador va a desaparecer del mapa ciclístico.