En un ambiente de zozobra y temor, las víctimas de la matanza registrada en la cooperativa Trinidad de Dios, en el noroeste de Guayaquil, el domingo 10 de agosto, continuaban siendo veladas la mañana de este martes 12. Los habitantes de aquella populosa zona de la ciudad siguen con miedo por lo sucedido.
En un callejón ubicado en una pendiente, a unas cuadras del sitio en donde se produjo el ataque armado, uno de los fallecidos fue velado entre sus parientes y varios amigos, conductores de tricimotos, al igual que él.
«Las seis personas que murieron eran inocentes«, fue uno lo único que brevemente dijo uno de amigos presentes, sin querer comentar más el respecto, por temor. Los deudos tampoco quisieron pronunciarse, ni accedieron a que se realicen fotos.
Operativos en la zona
En otros puntos aledaños también se realizaban las velaciones de más ciudadanos fallecidos por efecto del ataque, en un ambiente de nerviosismo. En contraste, en la avenida Casuarina agentes policiales ejecutaban un operativo este martes.
Varios gendarmes hicieron detener a conductores de carros, motos y tricimotos para revisar los vehículos y verificar si sus ocupantes tenían órdenes de capturas pendientes desde la justicia.
Estos procedimientos se mantienen vigentes desde la tarde del domingo, luego del brutal ataque a tiros en los exteriores de una tienda.
Los dueños de aquel comercio, al igual que los propietarios de los pequeños negocios del sector, han abierto sus negocios con cierto recelo.