Kratos, el héroe peludo de Manabí y Ciudad de México, disfruta su jubilación

«Bombero un día, bombero toda la vida». Es una frase que repite con frecuencia Elian Gallegos, cuando sale a jugar al parque que queda al frente de su casa, ubicada en el sector de El Calzado, al sur de la ciudad.

Sus amigos del barrio pensaban que esa expresión era uno de los lemas de su madre, Scarlett Charro, quien es agente bombero desde hace dos años y 8 meses.

Pero no es así. Esa oración tan mística y de vocación se encuentra en la placa de metal que porta Kratos, su primera mascota y compañero de juegos y diversión.

Kratos es un golden retriever de seis años y 11 meses que llegó la semana anterior al hogar de Elian y Scarlett, luego de un proceso de selección interna.

El personal del Cuerpo de Bomberos invitó a los agentes a inscribirse para adoptar al golden, ya que había cumplido con su labor como rescatista.

Scarlett recordó que la invitación llegó por correo electrónico. Ella se entusiasmó con la idea de acogerlo puesto que nunca tuvo una mascota. Inmediatamente llenó los datos y se postuló.

«Siempre me han llamado la atención los perros, pero a mi papá no le gustaban. Nunca tuve una mascota», recordó la agente.

El personal que realizó la selección verificó los requisitos. Uno de ellos consistió en cumplir con una visita en los domicilios de cada postulante, ya que una de las formalidades exigía contar con espacio al aire libre para que Kratos salga a dar paseos y se mantenga activo.

La espera para Scarlett no fue larga. Luego de 15 días, David Durango, encargado de la Unidad Canina, le dio la ‘buena nueva’. Fue seleccionada como propietaria del perrito.

Kratos no es un can común. En griego, su nombre significa fuerza y poder y es una característica que le calza a la perfección. Este amigo peludo, de mirada tierna que ahora tiene una vida doméstica, cumplió con labores heroicas.

Los Bomberos de Quito lo trasladaron hasta la zona de desastre tras el terremoto de Manabí (Manabí) en abril de 2016 para realizar la búsqueda de personas atrapadas en los escombros.

También fue movilizado para cumplir con esa labor después del movimiento telúrico, ocurrido en Ciudad de México (México) en octubre de 2017.

Aunque las normas de rescate obligan a que los perros cuenten con indumentaria para su protección en las labores de búsqueda (casco, gafas, guantes), Kratos tiene huellas que le dejaron esa labor.

En las articulaciones de sus patas delanteras se pueden observar unas ligeras callosidades, puesto que los perros realizan agachados estas búsquedas para llegar hasta lugares de difícil acceso.

Las zonas de rastreo muchas veces se componen de restos de construcción, hierros y texturas ásperas que puede causar daño en el perrito. Aún así, los canes cumplen esa dura y peligrosa jornada,  a decir de Scarlett.

Esa labor y sacrificio fue reconocido el pasado jueves, 12 de julio. Kratos fue despedido con honores, durante la inauguración de la infraestructura para la Unidad Canina, ubicada en San Antonio de Pichincha. Ahora, ocho perros cumplirán con un relevo.

Ellos son: ‘Lucky’, de raza labrador; ‘Caos’, un beagle; Zeus, pastor alemán; Titán, golden retriever; Cronos, labrador y los belga malinois Ares, Argo y Kratos (igual a su compañero retirado).

Scarlett y Elian son conscientes de que su mascota es un héroe. Para dar la bienvenida a la afelpada mascota acoplaron su departamento. Al ingreso de la sala se puede ver un quintal con la comida balanceada, lista para servirla en un enorme recipiente azul.

El veterinario recomendó que para mantener su peso estable (entre 30 y 34 kilos) debe consumir 500 gramos de alimento. Puede servirlo una vez al día o la mitad de la porción en dos ocasiones. Además que debe beber mucha agua.

En las mañanas, cuando la bombero sale a trabajar, su hermana, Jhael (15 años) llega para cuidar a su sobrino y de paso le «echa un ojo» al nuevo integrante de la familia.

Si los amos salen de la casa, el perro sube a la terraza y pasa el tiempo con otros tres «vecinos»: un golden y dos french poodle.

Cuando los dueños regresan, el «peludo dorado» entra a la casa y recorre emocionado cada rincón. Ya en las noches, se acuesta en una cama que queda a un costado del lecho de Elian.

Pero si se trata de jugar, Kratos se emociona en atrapar la pelota. Todo es cuestión de ver el balón y el can se pone emotivo; abre el hocico, saca la lengua y trata de atrapar la bola al aire.

«Kratos es un perro muy educado y es gran compañero que nos alegra la vida», comentan emocionados la agente y su hijo. (El Telégrafo)

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