Un cohete japonés colocó este viernes 18 de enero en órbita siete minisatélites, uno de ellos destinado a crear una lluvia artificial de meteoritos, como si fueran unos fuegos artificiales espaciales.
La idea de este espectáculo celeste inédito fue de una empresa basada en Tokio, que creó el dispositivo.
El artefacto, soltado en el universo interestelar por el pequeño lanzador Epsilon-4, tiene que liberar 400 minúsculas bolas que brillarán mientras cruzan la atmósfera a principios del 2020 por encima de Hiroshima.
El cohete, que despegó el viernes por la mañana del centro espacial Uchinoura, embarcó un total de siete minisatélites, que incluyen diversas tecnologías “innovadoras”, según Nobuyoshi Fujimoto, portavoz de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa) .
Los satélites fueron puestos en órbita como estaba previsto, un éxito para Epsilon.
“Estaba demasiado emocionada, sin palabras”, declaró a la agencia de prensa japonesa Jiji Lena Okajima, presidenta de la firma ALE, que creó el proyecto de lluvia de meteoritos, que se repetirá de 20 a 30 veces.
El satélite de ALE, en órbita a 500 km por encima de la Tierra, descenderá progresivamente a 400 km durante el año que viene.
ALE quería hacer soñar “al mundo entero” con “estrellas fugaces por encargo” lanzadas en el buen lugar, a buena velocidad y en dirección correcta, según un proceso técnico secreto.
Las estrellas, de diferentes colores, brillarán durante varios segundos antes de consumirse totalmente. Si todo sucede como está previsto y el cielo está despejado, millones de personas podrían ver este espectáculo en 2020, incluidas las zonas urbanas con mucha contaminación luminosa, como Tokio, según la compañía. (El Comercio)