Indignación causó el robo de las joyas que adornaban la Virgen del Carmen en la población de la parroquia Pablo Arenas del cantón Urcuqui, provincia de Imbabura.
Las autoridades realizan las investigaciones para dar con los responsables de este acto que ha sido condenado por los feligreses.
“A los responsables de este reprochable hecho se les recuerda que es un gravísimo pecado atentar contra las cosas de la Santísima Virgen Madre de Dios y contra la devoción de los miles de devotos de Nuestra Señora del Carmen”, indican la parroquia en redes sociales.
«Pedimos a todos los devotos de Nuestra Señora del Carmen de Pablo Arenas que eleven oraciones de súplica y de desagravio, y confiamos que hechos como este no se vuelvan a repetir más”.