Construyen un yate tiburón para las islas Galápagos

La industria del turismo local tiene entre sus mayores mercados el de Galápagos, donde son usuales los barcos que se usan para servicios turísticos, ahora una empresa está haciendo uno con estilo particular: el Tiburón.

Tras dar de baja a un yate de buceo que tuvo un percance, la empresa Cruz del Sur contrató a la Serinnav-Serconavi para construir uno nuevo. Estos último lo están construyendo con un diseño que llama la atención porque llevará un gran tiburón pintado en sus costados y también llevará el nombre de este animal ligado a las islas encantadas.

Esta empresa es una de las que funcionan en el astillero Starservice, ubicado en el Guasmo de Guayaquil, uno de los que sobreviven preservando la tradición naviera de la ciudad desde hace más de 20 años.

Según Marlon Rangel, encargado del diseño, tras el pedido del armador, buscando ideas él y Jaime Morán, responsable técnico del proyecto, recordaron los cruceros de Disney que tienen figuras en sus costados y pensaron que sería buena idea hacer algo parecido en un yate para turistas en Galápagos, con una imagen inspirada en dibujos animados.

Tras idas y vueltas para definir el diseño con el armador, al final quedó un tiburón azul sobre un fondo gris.

Así quedará el yate Tiburón.

«Al principio mostraba los dientes con una imagen parecida a la del tiburón (que aparecía) en He-Man, Land Shark… les gustó, pero la inversionista dijo que estaba muy agresivo y se prefirió hacer la boca como cuando simplemente nadan y no mostrando los dientes», cuenta Rangel.

En tanto, Morán comenta que la construcción de una embarcación de este tipo suele tomar entre 8 y 12 meses, dependiendo de las dimensiones, de 30 m a 45 m. Además las máquinas para instalar son importadas y estás llegan de 4 a 6 meses. Entre esas máquinas están las hélices, generadores y motores, que llegan principalmente desde EE. UU., Alemania, China, Japón.

En el caso del Tiburón, la construcción empezó en junio de 2019 y se estima que abril de este año ya sea bajada al agua para llevarla a Galápagos. Será la séptima embarcación hecha por ellos, el tercer yate turístico para las islas.

Su empresa también suelen dar servicio de mantenimiento y reparaciones a todo tipo de embarcación en el astillero, al cuál llegan barcos de varios puntos de la Costa y Galápagos con este fin. Estos se suben al astillero para los trabajos -pintura o arreglos- y son lanzados de vuelta al agua cuando están listos.

La embarcación de 39,5 m de largo y unos 9 m de altura (4,1 m desde cubierta hasta la quilla) está hecha con acero naval. Contará con 9 camarotes para dos personas cada uno, además del espacio para la tripulación. Tendrá una cubierta principal, con áreas comunales, y más arriba de soleo con piscina, además del puesto de mando.

«El casco es diseño original. Cerramos la proa para que el visitante coja la brisa marina a lo Titanic», dice entre risas Rangel, quien agrega que usualmente la mayoría de barcos no permiten a los turistas llegar hasta la punta.

Los constructores, quienes trabajan haciendo este tipo de embarcaciones turísticas desde 2009 -previamente laboran particularmente-, dicen que el Tiburón va a destacar en el agua dado que la mayoría de los yates de turismo son blancos. Ellos cuentan que el nombre ya lo tenía el armador cuando los buscó. Así nació la idea. (El Universo)

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