Entre enero y abril de este año, el Gobierno gastó USD 690 millones menos frente a igual período del 2018, según el reporte de Ejecución Presupuestaria del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Durante el primer cuatrimestre, los gastos devengados sumaron USD 9 155 millones, mientras que el año pasado -en ese mismo lapso- llegaron a USD 9 845 millones.
Analistas consultados por este Diario observan que el gasto público avanza a un ritmo controlado, pero se requiere profundidad en los ajustes y obtener mayores ingresos para lograr el objetivo de cerrar el año con un déficit fiscal de USD 3 637 millones (3,2% del PIB), previsto en el Presupuesto General del Estado del 2019.
Fausto Ortiz, exministro de Economía y Finanzas, y David Castellanos, director de la consultora Multienlace, coinciden en que la mayor reducción del gasto debe darse en la parte de sueldos y salarios del sector público. El recorte en el número de funcionarios no ha tenido efecto en la reducción del gasto en nómina.
Dentro de la ejecución presupuestaria, la cuenta Egreso en Personal no muestra variaciones significativas en el período analizado, pese a que el Gobierno, entre diciembre y febrero, registró la salida de 11 820 empleados.
Contrario a disminuir, el pago de nómina en abril tuvo un ligero aumento de USD 6 millones, al pasar de USD 2 911 millones en el primer cuatrimestre del 2018 a USD 2 917 millones en la actualidad.
Como parte del financiamiento adquirido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros seis multilaterales, el Gobierno ecuatoriano se comprometió a reducir el gasto en personal en USD 500 millones este año. En el presupuesto estatal se calcularon USD 9 385 millones por egresos de personal.
A través de un correo electrónico, Finanzas explicó a este Diario que, sin tomar en cuenta a las universidades, existe un ahorro de USD 100,6 millones. Los centros académicos, en cambio, registran un incremento de USD 42 millones en gastos de personal, de acuerdo con lo dispuesto por la Asamblea Nacional, que solicitó al MEF asignar para el 2019 el mismo presupuesto del 2018.
? El aumento del egreso de personal en abril “corresponde al incremento de las remuneraciones de las universidades y al ingreso de nuevos docentes para atender el semestre de educación superior”, aseguró el Ministerio. En cuanto al gasto de capital e inversión, este presenta una caída considerable de USD 579 millones.
Es el segmento que más disminuyó, representa el 84% de toda la reducción en el flujo presupuestario. A decir de los analistas, refleja una importante merma en la ejecución de obras públicas, así como posibles retrasos en la entrega y pagos de los proyectos.
Advierten que el ajuste debe mantenerse cauto en este aspecto, para no perjudicar al resto de la economía. El Gobierno proyectó este año generar USD 1 000 millones en ingresos por concepto de concesiones, que es un tema pendiente.
Y, además, se debe avanzar aún más en la política de racionalización de los subsidios a los combustibles, anotaron los expertos, aunque Finanzas ha descartado una revisión en este y el próximo año.
Finanzas sostiene que la ejecución presupuestaria del primer cuatrimestre “se ubica dentro de un rango normal, considerando que en este período el Plan Anual de Inversiones muestra un ritmo de ejecución más bajo, puesto que corresponde a las actividades precontractuales y contractuales de los proyectos”.
Impulso a la construcción
Frente a decenas de empresarios de la industria inmobiliaria y de la construcción, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, dio ayer una conferencia en la que resaltó que hay una mayor participación del sector privado en la economía.
Para impulsar al sector se tiene aprobado un financiamiento de USD 68 millones, “listos para ejecutar”. Además, se esperan 400 millones, a través de la emisión un bono social con garantía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los recursos están enfocados a generar interés por la vivienda de interés social, con créditos hipotecarios de hasta USD 70 000, que tienen tasas preferenciales del 4,99%, lo cual reduce el monto a pagar para quienes adquirieron un préstamo hipotecario.
“Si no logramos reanimar la demanda va a ser muy difícil una reactivación sostenida del sector”, aseguró Martínez. La transición económica requiere de un sector productivo que sepa cómo adaptarse mejor a los cambios que se experimentan, con estrategias a mediano y largo plazo, añadió Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).
En el 2018, el sector inmobiliario cerró un 20% de crecimiento de promesas de compra de viviendas, según la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Apive). (El Comercio)