El Fondo de Cesantías del Magisterio regresa a los maestros

La administración del Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano (FCME) retornará próximamente a los maestros.

La Junta de Política Monetaria y Financiera ya tienen en sus manos el proyecto de resolución de la Superintendencia de Bancos, que reglamenta el proceso de traspaso, indicó el superintendente Juan Carlos Novoa. Se espera la aprobación de este documento.

Entre mayo del 2015 y junio del 2016, el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) asumió la administración de 65 fondos privados de jubilación y cesantía, que eran otras alternativas de ahorro que tenían los trabajadores públicos y privados.

La medida se tomó luego de que varias auditorías de la ‘Súper’ de Bancos determinaron que los fondos habían recibido recursos estatales.

Sin embargo, un examen de la Contraloría concluyó que en al menos cuatro fondos no se cumplieron las disposiciones legales, que exigían que previo al traspaso debía contarse con los informes finales de las auditorías externas en las que se verificara el aporte estatal.

Ese fue el caso de los fondos previsionales cerrados del Magisterio Ecuatoriano, la Universidad Nacional de Loja, la Universidad Central del Ecuador y la Universidad Técnica Estatal de Quevedo.

El órgano de control recomendó que en aquellos casos en los que no se cumplieron las disposiciones legales para el cambio de administración, el Biess proceda con las acciones pertinentes, “incluida la reversión del traspaso”.

El examen, aprobado en febrero pasado, evaluó el cumplimiento de los requisitos para el traspaso de los fondos previsionales cerrados y la administración de los recursos por parte del Biess, la ‘Súper’ de Bancos y otras entidades, entre junio del 2014 y junio del 2018, en una muestra de 17 fondos.

El caso del FCME, al ser el más grande, fue uno de los más emblemáticos. A marzo del 2015, antes del cambio de administración contaba con 141 590 partícipes. Actualmente, se estiman en 140 000, pero como activos (aportantes) alrededor de 94 000.

En marzo del 2015, con la entrega previa, los activos del fondo sumaban USD 405,9 millones. Según balances del FCME, al cierre del 2018, los activos habían caído a USD 382 millones, aunque eran 12 millones más que en el año 2017.

No obstante, también durante el 2018, los pasivos (deudas) se incrementaron en USD 29,6 millones, más del doble que los activos.

Por su parte, el patrimonio cayó de USD 30,5 millones a 13 millones y la utilidad disminuyó en un 60%. Para David Yánez, exasesor financiero de la antigua administración, uno de los factores que explica esa disminución en la utilidad es el no aprovechamiento de los activos, ya que la mayor cantidad de recursos están destinados a depósitos en renta fija, que generan una menor rentabilidad.

Esto se evidencia en la caída del rendimiento sobre los activos, que valora la optimización de los recursos. En el último año, este indicador pasó del 7,8% al 3%. Otro de los factores por los que a su juicio se disminuyó el resultado fue el incremento de los gastos administrativos.

El pasado jueves se solicitó al Biess un balance sobre su gestión como administrador del FCME y los otros tres fondos observados por la Contraloría. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Marlon Tenecela, expresidente del FCME y afiliado activo, cuestionó las inversiones inmobiliarias de la actual administración. “No han construido nada. Al salir dejamos 500 viviendas por vender y solo vendieron una”. Cuando recién se afilió al FCME, hace cinco años, Gloria Toapanta estaba interesada en adquirir una casa con el fondo en Santo Domingo de los Tsáchilas, porque le resultaba más económico. Pero luego del cambio de administración, no recibió más respuestas.

“Me tocó comprar en otro lugar, a un precio más caro”. Pero no todos los maestros cuestionan la administración del Biess. Nelly Miño, sub­-coordinadora nacional de la Red de Maestros, cree que ha sido “satisfactoria” y “transparente”. Y de retornar a la anterior administración “habrá que tomar acciones legales”.

El expresidente del fondo aseguró que una vez se haga efectiva la entrega se convocará a elecciones para elegir a la nueva administración. “Un reto importante que tenemos es realizar una auditoría externa a la gestión de estos cuatro años”, dijo.

El Superintendente de Bancos señaló que se informó a los cuatro fondos involucrados para que “no eroguen dinero ni celebren contrato alguno mientras dure el proceso”. El funcionario dijo que en los casos que sea pertinente se efectuará el traspaso. (El Comercio)

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