El patrimonio inmaterial es objeto de investigación en Portoviejo y Pedernales

Portoviejo Pedernales, en Manabí, trabajan en la identificación de su patrimonio cultural. En la capital manabita se desarrolla un proceso para registrarlo en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (Sipce).

Isabel Rohn, directora municipal de Cultura y Patrimonio en Portoviejo, afirmó que ya se cuenta con 54 registros en los ámbitos de técnicas artesanales tradicionalesusos socialesritualesactos festivos, artes del espectáculo, tradiciones y expresiones orales.

El proceso se realiza con una metodología participativa con los portadores de saberes y la comunidad, desde el inicio hasta la entrega de los resultados. “Esto permitirá identificar manifestaciones en parroquias como Alhajuela, Chirijos y Pueblo Nuevo, que no cuentan con registros. Además, se genera en el cantón una base de datos de portadores y emprendimientos culturales”.

El proyecto – agregó – también permitirá trabajar en los lineamientos para las políticas que permitan la salvaguardia de estas manifestaciones culturales.

En Pedernales, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y el Municipio realizaron una investigación sobre la comida tradicional manabita en la bioregión del río Cojimíes.

Ese trabajo – que tardó 18 meses – les permitirá crear un plan para salvaguardar el patrimonio gastronómico de la zona y para completar el expediente técnico para postularse a la Lista Representativa Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial.

La antropóloga del INPC, Rosa Holguín, lideró la investigación que consistió en recuperar las técnicas y herramientas que se usan en la gastronomía de la región ya sea en la cotidianidad de sus pobladores o en las festividades.

Este trabajo contó con la participación de los moradores de la zona como Herminia Villa, quien prepara bajo encargo los “pandados” o alimentos envueltos en hojas de plátano y que son cocinados en el tradicional horno de leña manabita.

Holguin señaló en la investigación que en las recetas emblemáticas de la zona norte de Manabí también se incorporan platos como el encocado y el tapao, que son elaborados con técnicas de cocción de origen chachi y afrodescendiente.

Según el estudio, esos pueblos han coexistido en esa bioregión por cientos de años aislados. La única comunicación fue el mar y el estuario de Cojimíes donde se destacaron los puertos fluviales como el Tizal, y el de Cojimíes, que fueron un centro de intercambio vital para la subsistencia y la integración de la zona norte. (María Victoria Espinosa/El Comercio)

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