El populismo financiero hace fuerte presencia en la campaña electoral

El panorama económico del país es complejo y así se avizora también para el próximo gobierno. Las propuestas de algunos candidatos presidenciales, en materia financiera, parecen desconocer a lo que los representantes políticos tendrán que enfrentar si llegan al poder.

Analistas sostienen que lejos de poder cumplir los ofrecimientos, lo que se pretende es captar la aceptación popular pintando escenarios utópicos e inalcanzables.

 

Irresponsabilidad

La reducción de puntos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), por ejemplo, no debería estar ni en discusión en la propaganda electoral, sostiene Napoleón Santamaría, analista tributario.

“Cualquier propaganda o anuncio de que se va a bajar el IVA es una irresponsabilidad con la estructuración del régimen fiscal a futuro. Una propuesta de esa índole es antitécnica”, asegura el experto.

Indica que uno de los compromisos adquiridos por el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue revisar la tarifa de este impuesto con la posibilidad de incrementarla en tres puntos y equipararse al índice promedio de Latinoamérica, que alcanza el 15.2%.

De atreverse a bajar el IVA, agrega, Ecuador no recibiría los 2.500 millones de dólares previstos para junio del próximo año, provenientes del organismo multilateral.

Según Santamaría, si los candidatos planean cristalizar su reducción, deben tener un plan de financiamiento igual o mejor al planteado por el FMI, escenario que a su criterio es complejo.

 

No beneficia en nada

El economista Ángel Maridueña añade que bajar del 12% al 10% o al 8%, como plantean algunas propuestas, no contribuirá al mejoramiento de la situación actual del país.

Explica que esta medida no representa ningún incentivo porque la población está sumida en el subempleo y además el costo de la vida no disminuirá.

Santamaría concuerda y agrega que bajar impuestos indirectos, como el del IVA, no hará que el precio de los artículos disminuya.

El experto tributario recuerda que en 2016, cuando el régimen de Rafael Correa incrementó el IVA al 14% para atender necesidades del terremoto de abril en Manabí y luego lo redujo al 12%, el costo de los productos se mantuvo a los niveles alcanzados con la medida de emergencia. “Bajar impuestos indirectos, nunca reducen los precios y por eso no se dinamiza la economía”, asegura.

 

¿Beneficios inútiles o focalizados?

Otra de las propuestas financieras de los presidenciables es reducir el impuesto a la renta para incentivar a que la empresa privada genere empleo.

Para Santamaría, este es otro anuncio populista y que las actuales exoneraciones solamente han generado competencia desleal en el sector empresarial. “Solo el 35% de la población económicamente activa está empleada. El buen inversionista ve al tema fiscal como parte de sus costos de producción”, agrega.

Para Maridueña, el próximo gobierno debería mirar la opción de una exoneración focalizada, más para fines de recuperación del sector productivo. Estos beneficios, dijo, tendrían que enfocarse a las empresas golpeadas por la pandemia como las de transporte, de turismo y de servicios. “No es lo mismo darle un alivio de impuestos a las farmacéuticas que fueron las que más utilidad obtuvieron, que al sector transporte”, concluye.

Esas medidas planteadas en campaña son torpes y juegan en contra del desarrollo del país”, Napoleón Santamaría, analista tributario.

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