En las paredes de las escalinatas de los barrios céntricos de El Carmen de Manabí se dibujaron cinco murales que representan las costumbres y tradiciones típicas del pueblo montuvio manabita.
En el mural del barrio Las Vegas predomina una ranchera, que es el transporte típico de las personas que viven en el campo. A un costado también se observa una cascada en la que reposa un tucán, que representa la fauna manabita. Al fondo se pintó el parque central, donde convergen cada tarde los moradores del cantón para conversar.
Consuelo Vera, tesorera del barrio Las Vegas, señaló que, para las fiestas julianas de cantonización, en cada barrio se acostumbra a hacer una minga para embellecer las calles y las escalinatas.
Identidad
Pero este año quisieron hacer un mural para que el mensaje de identidad perdure y así los niños y jóvenes valoren la indumentaria típica, la comida y la producción agrícola basada en el plátano barraganete y el cacao, principalmente.
En el barrio La Colmena se hicieron tres murales. El más grande está junto a una escalinata, que se construyó hace tres años. Los vecinos de la zona dibujaron a una mujer montuvia cocinando en un horno de leña y a sus espaldas un tucán, junto al número 51, en alusión a los 51 años de cantonización de El Carmen.
Al frente de ese mural se dibujó a un tigrillo, que representa la fauna silvestre. Pero también es un llamado para que no se maltrate a los animales. Mientras que a un costado se dibujó la cara del alcalde Hugo Cruz, quien lleva tres periodos en ese cargo.
En las escalinatas, ubicadas en la avenida 3 de Julio, también se puede observar un dibujo del sombrero de paja toquilla manabita y del montuvio, quien carga en su espalda un racimo de plátano.
María Zambrano, moradora del sector, señaló que el mural es educativo porque sirve para mostrarles a los niños la importancia del montuvio.
En El Carmen, al montuvio platanero también se lo conoce como ‘manchado’ debido a que la ropa suele tener manchas del plátano. “Esos hombres son un orgullo para nosotros porque nuestro ‘verde’ se lo vende en el exterior”.
Colección de murales
Estos dibujos, que se hicieron en los barrios céntricos de la urbe, conforman una colección de unos 30 murales que se empezaron a pintar desde el 2013 en los centros educativos, deportivos y parques. En noviembre del 2017 se realizaron al menos siete murales para hacer conciencia sobre el respeto a los adultos mayores, a los niños y a las mujeres.
La mayoría se dibujaron en las paredes exteriores del estadio Isauro Cevallos Muñoz, en la avenida principal. Para Maryuri Zambrano, los murales no solo han servido para cambiar el ornato de la ciudad, sino como una forma de expresión artística. “Antes no teníamos esos espacios”. (El Comercio)
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