ENTREVISTA | Virginia Limongi, la presentadora de Ecuavisa, a la que «a veces se le sale lo manaba»

Tomada del Expreso.-  Virginia Limongi (28), nacida en Portoviejo, fue Miss Ecuador en 2018, y se convirtió hace cinco meses en la presentadora del matinal de Ecuavisa, ‘En contacto‘, tras haber ganado el reality ‘Buscando la nueva estrella de En contacto’.

Alta, mide 1,75 metros, de finas facciones, muy atractiva y de larga cabellera, queda claro cuando se conversa con ella de lo fuerte de su temperamento, no se anda por las ramas y si tiene que decir algo, incluso a sus compañeros lo hace de frente. Aunque no se ha casado, formó un hogar con el brasileño Cezar Augusto, el padre de su hija, Virginia María.

El tiempo se fue volando…

Parece que tuviera más tiempo en el programa, pero solo son cinco meses. Al principio me costó lágrimas y en algunas ocasiones pensé en tirar la toalla. Aprendí de cero, era mi primera vez en TV. Nadie se quiere exponer a ser cuestionado porque puede ser un mundo muy cruel.

Mi pareja me dijo que era normal y que no importaba en lo que trabajara que era inevitable que cometiera errores. La gente me decía que me veía tensa, que no era natural o espontánea. Se encendían las cámaras y no era como soy siempre. Mis compañeros me recomendaban que fluya. Luego de los primeros dos meses, todo cambió.

¿Por qué es tan dura con usted misma?

Cezar me decía que soy demasiado crítica conmigo misma a un punto de desmerecer mi esfuerzo. Siempre he sido un poco así, trato de ser la mejor y no me permito disfrutar, en este caso del programa.

Aquello hace recordar que cuando no ganó Miss Universo, usted creyó que le falló al país.

Trabajé mucho por esa corona, mis padres no me dieron nada, todo me lo pagué yo y sentí que defraudé a mucha gente que confiaba en mí. Si no hubiesen pasado esos dos meses en los cuales lloré, en los que quise renunciar y de preguntarme el porqué me escogieron a mí y no a otra como presentadora, tal vez no habría aprendido nada.

Esas ganas de tratar de ser perfecta opacaban a la verdadera Virginia. Los primeros dos meses sufrí. Mi pareja y mi madre (María Fernanda) siempre me apoyaron, ella me enviaba una reflexión que repetía con frecuencia. Al principio sentía que no daba resultados, pero me di cuenta de que esas conversaciones con Dios eran necesarias para tener paciencia y para comprender que lo que no se disfruta, no funciona. La Virginia del año pasado no es la misma de ahora.

¿En qué ha cambiado?

Inicié 2022 y se presentaron otros planes. Había invertido dinero y esfuerzo en abrir un gimnasio, pero lo que se dio es ser presentadora de ‘En contacto’. No he descartado ese negocio, pero todo cambia muy rápido, ahora prefiero fluir con lo que se da en el camino. La pandemia nos enseñó aquello.

Aprovecho la pantalla para crecer en todos los sentidos. También me he dado cuenta de que para sentirme exitosa no es importante tener mucho en las manos.

¿Con cuál de los presentadores del matinal tiene más química?

Con Gaby Díaz y Dora West existe complicidad. Cuando Betty Mata me regaña, Gaby me dice que esté tranquila, que ella se estresa porque dirige el programa. Con Dora chismeamos y, si me equivoco en las menciones, me dice que no me preocupe, que a todos nos pasa, que corrija y siga adelante.

Cuando Carolina Jaume criticó a Dora por repetir un traje, usted la defendió con uñas y dientes.

(Risas) No acostumbro a meterme, pero sentí que se le pasó la mano y que era ya demasiado. Dora había estado en un evento en el que repitió un vestido, si Carolina no lo hubiese mencionado nadie se habría dado cuenta o Dora habría dicho que lo hizo porque le encantaba y está bien. Parecía que Carolina quería hacerla quedar mal porque insistía en lo mismo.

Yo tengo un temperamento controlado, pero la Virginia de Manabí se me salió y dije que ella también repetía vestido, a mí me ha pasado. Nadie tiene tanta plata para ponerse un traje diferente todos los días. En una reunión comenté que es mejor evitar esas bromas pesadas porque el ambiente laboral se iba a perjudicar y no era favorable para el programa ni para nosotros.

Si la realeza repite ropa, a veces Letizia de España usa prendas de su hija Leonor, ¿entonces cuál es el problema?

Lo sé. En esta economía se repite, recicla y renueva. Es bueno para el planeta.

No todos soportamos bromas pesadas.

Carolina dice que no fue su intención hacer quedar mal a Dora. Hace poco tuvimos una semana pesada, habíamos tenido grabaciones en la tarde, después del programa. Eso nos agotó. Le pedí a Carolina que baje las revoluciones porque estábamos cansados, no teníamos esa energía que ella tenía en ese momento.

Virginia Limongi
Para Virginia, los reinados ya están descartados.CORTESÍA FABIÁN SESEN

En la TV son comunes los egos, ¿siente que alguno de sus compañeros intenta robarle pantalla?

(Risas) No. Generalmente manejo moda y nutrición. Betty Mata se dio cuenta de que conocía sobre alimentación y me incluyó en el segmento. Dijo que poco a poco se descubriría mi esencia. Gracias a Dios no me he mareado, si me pongo adefesiosa mi familia me baja.

El Cuy era uno de sus mayores críticos, seguramente hasta fastidio le cogió

No me enojé porque era cierto, hay que aceptar los errores, no se puede tapar el sol con un dedo. Tal vez el tono en que lo decía era lo que incomodaba.

Ahora importa más el show que el contenido, como la pelea pico a pico de Mafer Pérez con Lazito de la farándula, a ustedes los critican mucho por ello.

Me dio pena, no lo esperaba de Mafer. Creo que la audiencia ha cambiado, mucha gente se queja, pero le gusta el show y eso lo demuestra el rating.

¿Y a usted le gusta el show?

No, por ello pedí no estar en farándula, en mi contrato quedó establecido, no me gusta opinar de la vida de nadie ni que se metan en la mía. Si debo decir algo a alguien lo busco para decírselo en la cara. Le agradezco a Dios tener un carácter fuerte, eso me ha permitido que nadie se aproveche de mí. Si un hombre casado me sale con algo, lo mando a volar y lo expongo. No ando con enredos, no me da miedo decir las cosas como son.

Ese carácter suyo puede provocar choques con sus compañeras, sobre todo, con Dora y Carolina.

Espero que no. A Carolina se lo he comentado, no es que me caiga mal, pero le diré lo que tenga que decirle si se da el caso. El otro día no me dejaba hablar, interrumpía y ya me estaba tocando el nervio, tuve que decirle que yo respeto su turno y que ella respete el mío. La base de todo es el respeto. 

También se lo dije a Gaby. En una competencia de Doña fama, hice un comentario que ella sintió que le faltaba el respeto. Le dije que no podía minimizar lo que sentía. Pedí disculpas. Todo quedó en paz.

Usted estaba distanciada de su papá. ¿Ya hicieron las paces?

Sí. Lo busqué en su momento, pero él estaba hecho el interesante. En el Día del Padre me sorprendió con un video, el canal también me sorprendió. Cuando quedé embarazada me dejó de hablar. Tenía planes conmigo en la política, pero no me interesaban. Creía que mi pareja no es el hombre para mí, sino mi anterior novio. Mis padres son separados, son como el agua y el aceite.

Le he dicho a Cezar que si en algún momento nuestra relación no da para más, nos hagamos a un lado, no quiero que mi hija viva lo que yo viví.

La mayoría de las mujeres quieren casarse, ¿usted no?

Antes le tenía miedo al compromiso, hice algunas terapias y me di cuenta que no debía sentirlo. Pero estar frente a Dios es importante y es para siempre. Hace cuatro años estamos juntos, nos conocimos en Filipinas. Creo que la maternidad se ha romantizado demasiado, no es lo que vemos en las telenovelas. Amo con locura a mi hija, pero no deseo volver a pasar por esos cambios físicos y emocionales.

¿Qué rescata de los hombres brasileños?

Mi pareja me deja ser y eso es primordial. Mi alma es libre, me gusta viajar. No es machista. Es detallista, yo no.

¿Le baila samba?

No sé ni él tampoco (risas). Un roto para un descosido. En casa hablamos portugués, lo aprendí antes de conocerlo. La niña lo comprende más que el español.

¿Qué no come?

Tripitas.

¿Dice malas palabras?

A veces, no lo niego. La que más digo es chu…

¿Por qué llora?

Lloro por decepciones, frustraciones, soy sensible aunque no lo parezca.

¿En su clóset, hay de todo?

Ropa cómoda que uso en casa, me encantan las prendas de ejercicios y las pijamas viejas. Apretada para los eventos. A Eduardo Villamar, mi diseñador favorito, le he dicho cualquier traje que me confeccione que me reviente la cintura para no jorobarme y que me la enmarque.

Virginia Limongi
Nació en Portoviejo hace 28 años.CORTESÍA FABIÁN SESEN

Fotos: Cortesía Fabián Sesen (Ig: @fabiansesenstudio). Producción: Alejandra Cereceda. Maquillaje: Ileana Vásquez (Ig: @ilemakeup). Peinado: Carolina Aguirre (Ig: @carolinaguirre32). Vestuario: Yola Neme (Ig: @yolaneme_official). Aretes: Mochi (Ig: mochiaccesorios). Locación: Sociedad Anónima Rooftop Bar and Restaurant (Ig: @sociedadanonimaec).

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