Finlandia cambió los suicidios por la felicidad

Cuando la ONU coronó a Finlandia el mes pasado como el país más feliz del mundo por segundo año consecutivo, hubo algunas miradas de escepticismo.

¿Cómo puede ser este país nórdico, conocido más bien por sus duros inviernos y altas tasas de suicidio, el más feliz?

Y es verdad que en 1990 Finlandia registraba la segunda tasa de suicidio más alta del mundo, por detrás de Hungría, aunque las comparaciones internacionales son imperfectas por las diferencias de datos.

En el extranjero, Finlandia sigue manteniendo en parte esa imagen de país deprimente y mortífero, pero la tasa de suicidio se redujo a la mitad desde entonces, gracias a una campaña de salud pública que mejoró el tratamiento y el apoyo a las personas en situación de riesgo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a Finlandia en la 22ª posición de los países con la tasa de suicidio más alta, por detrás de Estados Unidos (19º) .

Pero solo unos 60 países presentan datos fiables en este sentido. La oficina europea de estadísticas, Eurostat, la sitúa en la media europea.

Algunos investigadores en salud mental alertan sobre la idea de asociar este problema a factores como el clima o la cantidad de luz.

“Si usted está deprimido, corre el mismo riesgo de suicidarse en cualquier parte del mundo”, explica el profesor Timo Partonen.

“Los vínculos sociales y lo dispuesto que se esté a solicitar ayuda y a recibirla son los aspectos más importantes ”, añade.

Actualmente está más aceptado socialmente para los finlandeses, sobre todo para los hombres, expresarse abiertamente sobre sus sentimientos, indica Partonen. “Es más fácil hablar si está deprimido y también es más fácil ser tratado y recibir un tratamiento adecuado ” , añade. (El Comercio)

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