Hombre acusado de violar por tres años a su hijastra queda con prisión preventiva

La Fiscalía General del Estado, a través de un boletín de prensa, informó que en agosto de 2018, el padre de una niña de  11  años  denunció  en  la  Fiscalía  de Pangua,  que  su  hija  había  sido  violada en reiteradas ocasiones por su padrastro,  Franklin  L.,  y  que  la  madre  estaba al tanto de lo que ocurría, pero que se negaba a denunciarlo. La  Fiscalía  inició  la  investigación  y  pidió  la  recuperación de la menor.

Con orden del Juez Multicompetente de este cantón, agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) rescataron a la menor,  misma  que  estaba  encerrada  en  un  cuarto en condiciones deplorables, con candado por fuera, cuya llave tenía la madre. En  el  lugar  permanecía  la  víctima  junto  al  victimario, Franklin L., quien estaba escondido  debajo  de  la  cama  cuando  los  agentes ingresaron.

Tanto la madre de la menor como el procesado fueron detenidos, debido a que la niña  manifestó  que  dormían  los  tres  -con  la  mamá- en la misma cama, pues él mantenía relaciones sexuales con ambas. Luis Lozada, fiscal encargado en Pangua, dispuso la práctica  inmediata del examen médico ginecológico y otras pericias.

En la audiencia de calificación de flagrancia, el juez ordenó la prisión preventiva tanto para la madre como para el padrastro. Pero, luego de un examen psicológico y un estudio psiquiátrico, la mujer recuperó su libertad en audiencia de apelación a la prisión preventiva.    Además, los jueces de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi ordenaron que sea ingresada en un centro  psiquiátrico,  ya  que  los  exámenes  determinaron que tenía discapacidad y había sido víctima de violencia.

Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía, en  la  audiencia  de  juzgamiento, constan el  reconocimiento médico legal, el testimonio anticipado de la víctima, en el que relató que desde los siete años -cuando fue a vivir con su mamá- Franklin L. le agredió sexualmente, pero su madre no dijo nada y con el pasar de los años se acostumbró.

Además, el fiscal expuso la valoración psicológica, los testimonios del denunciante y de los testigos, el estudio del entorno social de la víctima, de los rasgos de personalidad del procesado y el reconocimiento del lugar de los hechos.

Tras valorar estos elementos probatorios, el Tribunal de Garantías Penales dictó sentencia condenatoria  de  29 años y cuatro meses de pena privativa de libertad en contra de Franklin L. (La Hora)

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