El presidente venezolano, Nicolás Maduro, reconoció su “responsabilidad” en la grave crisis económica que padece el país y calculó que se requieren dos años para “lograr” una recuperación con un “alto nivel de estabilidad”, en una jornada de trabajo del IV Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del cual resultó reelecto como presidente nacional la víspera.
“Los modelos productivos que hasta ahora hemos ensayado han fracasado, y la responsabilidad es nuestra, es mía (…), tenemos que echar adelante esa potencia económica que tenemos”, dijo Maduro.
Pese a su enorme riqueza en recursos, Venezuela atraviesa una severa crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas, una deficiente prestación de los servicios públicos y una altísima inflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima cerrará en 1.000.000 % este 2018.
El Gobierno venezolano achaca el mal desempeño de su economía a una “guerra” dirigida por Estados Unidos junto a factores de oposición interna y de la región, pero hoy el propio Maduro pidió a sus ministros cambiar las excusas por resultados.
“¿Que el imperialismo nos agrede? Basta de lloriqueos vale (…), ustedes no me ven lloriqueando a mí, ni los nombro ya, no me ven lloriqueando frente al imperialismo. Que nos agreda, nos toca a nosotros producir con agresión o sin agresión”, añadió.
La semana pasada Maduro anunció la semana pasada una serie de medidas que incluyen suprimir 5 ceros al bolívar, revisar la ley de cambios, censar el parque automotor para promover el «uso racional» de la gasolina y levantar los impuestos a la importación de bienes de capital.
El presidente dijo que de este programa de recuperación, que estima muestre “los primeros síntomas de la prosperidad nueva” en dos años, existen “muchas cosas” que debe “ir administrando”, aunque pidió el apoyo del partido para divulgar la información entre las comunidades.
Analistas consultados por Efe dijeron la semana pasada que el plan de recuperación de Maduro es “insuficiente”, entre otras cosas, por no contar con ayuda financiera internacional.
Con todo, Maduro insistió ayer en que «Venezuela lo tiene todo para ser una potencia media en el marco de América Latina» y ratificó que su Gobierno tiene la meta de elevar la producción petrolera, motor de la economía de la nación, a 6 millones de barriles por día.
«Romper con la dependencia petrolera no significa que no vamos a desarrollar la industria petrolera al máximo nivel», dijo.
Según el último reporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), elaborado a partir de fuentes secundarias, Venezuela bombea solo 1,39 millones de barriles diarios.
Aunque las estadísticas oficiales a mediados de mes señalaban que la producción promedio durante el primer semestre de 2018 fue de 1.570.000 barriles por día y que había logrado “detener la baja” en el bombeo.