Sobre una loma se encuentran desperdigados los restos de piezas arqueológicas. Es en la comunidad de Higuerón de Rocafuerte al paso de la vía Portoviejo-Crucita, donde según Alberto Villamarín se pueden ubicar piezas que incluso antes eran saqueadas.
En la escuela Luis Urdaneta de la localidad de Higuerón hay una rudimentaria exposición de esas piezas, en trozos, porque la mayoría se reduce a eso ante lo que consideran deberían explorarse y salvaguardar la historia de Manabí.
“Con el apoyo de una amiga arqueóloga se ha podido identificar al menos piezas de seis culturas en un perímetro no mayor a 2 kilómetros cuadrados. Lastimosamente nada se ha logrado para salvarlas. Se han tocado puertas en el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), pero todo queda en veremos”, relató Villamarín, quien dice que se puede observar como en excavaciones para construir casas en el sector se pueden ubicar piezas arqueológicas.
Marcos Labrada, arqueólogo del INPC zonal 4, indica que nunca han tenido una comunicación oficial sobre los hallazgos de la zona de Higuerón, pero sí indica que en la provincia de Manabí se han logrado identificar hasta la fecha más de 700 hallazgos arqueológicos, siendo el cantón de Puerto López la zona donde existe mayor densidad de vestigios.
Solo en los dos últimos años en la provincia de Manabí se han logrado identificar unos 50 hallazgos arqueológicos. Uno de los de mayor atracción en la actualidad está en el cantón 24 de Mayo, donde se ha realizado un trabajo de campo reciente y se han encontrado terrazas agrícolas que por la revisión y cantidad se las ubica en la época prehispánica y no han sufrido mucha alteración en tiempos recientes en un área de cerca de 4 hectáreas.
Labrada indica que lo primordial es la conservación de bienes arqueológicos y considera que si bien los gobiernos autónomos descentralizados no tienen la competencia en arqueología sí conocen lo que ocurre en sus territorios y pueden notificar sobre áreas donde hay yacimientos para evitar que se dañe un patrimonio.
Holger García, coordinador zonal 4 del INPC, sostiene que estos yacimientos no pueden sostenerse en el tiempo sin que exista la participación de autoridades con las comunidades.
Hace tres semanas el INPC junto al Consejo Provincial de Manabí (CPM) firmaron un convenio de cooperación interinstitucional para repotenciar cinco áreas arqueológicas de la provincia.
La intención es crear un modelo de gestión turística para las comunidades de Julcuy en Jipijapa; Ligüiqui en Manta; cerro La Silla en el cantón 24 de Mayo; Tabuga en Jama y en Pedernales; cada uno de estos proyectos tiene un costo cercano a los 20 mil dólares, expresó Leonardo Hidalgo, director provincial de Turismo del CPM. (I)
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