Desde el 1 de marzo pasado las empresas empezaron a pagar a sus empleados el decimocuarto sueldo. Este beneficio debe por ley cancelarse hasta este jueves 15 en la Costa y Galápagos.
Esta remuneración, que se conoce como bono escolar, comprende un salario básico unificado de $386. En Sierra y Amazonía se lo paga hasta el 15 de agosto de cada año. Se da antes del inicio del periodo de clases.
En el sector público el total de trabajadores que reciben este beneficio a nivel nacional, este mes y en agosto próximo, son 486.819, de los cuales el 75,7 % lo acumularon y el 24,3 % lo mensualizaron, según cifras del Ministerio del Trabajo con base en información del Ministerio de Finanzas.
Dentro de este cálculo no se incluye a los gobiernos autónomos descentralizados, empresas públicas, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y la banca pública.
Ante la entrada a circulación de esos recursos instituciones financieras dan sugerencias de cómo organizar este dinero, que está dirigido a cubrir los gastos de compra de útiles.
Por ejemplo, en el caso de haber mensualizado este décimo, es decir que cada mes se cobró el proporcional junto al sueldo, Fundación Crisfe aconseja acumularlo en una cuenta de ahorros programado y destinarlo a la meta financiera específica.
Además, realizar un presupuesto específico que contemple los gastos de regreso a clases e integrarlo al presupuesto mensual y anual, para que esto ayude al trabajador a mantener el control de sus finanzas.
Una encuesta realizada por Mutualista Pichincha en años anteriores reflejaba que la mayoría de familias destinó en el 2015 entre $ 100 a $ 200 por hijo para los gastos de regreso a clases y que en el 2016 sería de $ 200 a $ 300.
75,7 % de los empleados públicos acumularon el beneficio del decimocuarto sueldo, y el 24,3 % lo mensualizaron.
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