La nueva variante del coronavirus identificada por Sudáfrica —denominada B.1.1.529 y bautizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ómicron— está haciendo caer las Bolsas y desatando anuncios de cierre de fronteras a los viajeros que proceden de la región sur del continente africano. Los países de la Unión Europea han acordado prohibir temporalmente los viajes con salida y destino al sur de África, como había propuesta esta mañana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Alemania, Italia, Países Bajos, España y Francia ya habían adoptado esa suspensión antes del anuncio de la posición comunitaria. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que España también tenía intención de impedir la llegada de pasajeros desde Sudáfrica y Botsuana. Según señaló Darias en unas declaraciones a RTVE, al próximo Consejo de Ministros se llevará “un acuerdo de restricción de vuelos procedentes” de ambos países, aunque la lista puede aumentar. “Y también vamos a exigir a países de alto riesgo no solo la vacunación, sino un test de antígenos y PCR”, ha añadido.
En Israel, donde el Gobierno aseguraba la mañana de este viernes que ha detectado tres posibles casos de esta nueva variante, se ha optado por incluir a los países de esa región africana en su lista roja, lo que impide la entrada de extranjeros procedentes de seis naciones: Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Eswatini (antigua Suazilandia). De la misma forma, el Reino Unido ha vetado también los vuelos desde esa región, al igual que Estados Unidos.
La OMS ha confirmado este viernes que la variante ómicron fue identificada por primera vez en Sudáfrica, y ha advertido de que tiene un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes. Las primeras evidencias científicas, según el organismo, sugieren un “mayor riesgo de reinfección”.
La restricción a los vuelos del sur de África busca “frenar” la expansión del virus, como ha explicado Von der Leyen en una intervención por vídeo sin preguntas. “He estado en contacto con científicos y los fabricantes de vacunas y comparten la medida”, ha continuado, en un mensaje en el que ha vuelto a hacer mucho hincapié en la vacunación como principal herramienta contra la pandemia. Además, ha señalado que hay que seguir el resto de recomendaciones para evitar contagios: mantener la distancia social y utilizar la mascarilla.
Todo esto con un fin, ha enfatizado Von der Leyen: ganar tiempo para que aumente el porcentaje de población vacunada. Sus palabras también contenían un llamamiento a investigadores y fabricantes de vacunas para que adapten “cuanto antes” este remedio a las mutaciones que se están observando. No obstante, la nueva variante ya ha llegado a Europa, pues las autoridades belgas ya han comunicado un caso en el país.
The @EU_Commission will propose, in close coordination with Member States, to activate the emergency brake to stop air travel from the southern African region due to the variant of concern B.1.1.529.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) November 26, 2021
El objetivo de la Comisión, explican sus portavoces oficiales, es que “los Estados miembros reaccionen rápido y adopten medidas lo más rápidamente posible”. Representantes de los Veintisiete se reunieron a primera hora de la tarde de este viernes para estudiar la propuesta de la Comisión Europea para activar el “freno de emergencia”, que permite cerrar la frontera exterior con determinados países en donde se localizan variantes de interés o preocupantes. Bruselas tomó la iniciativa en respuesta a la petición de varios Estados miembro de dar el paso en esta dirección y la cuestión ha recibido el apoyo del resto de socios en una reunión celebrada en la capital comunitaria en el marco del Dispositivo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR) a nivel técnico y de embajadores. En la misma reunión se ha acordado, según fuentes diplomáticas, que los residentes europeos o familiares que se encuentren en estos países puedan regresar a la Unión Europea mostrando un test negativo de covid y guardando un periodo de cuarentena.
Tanto Sudáfrica como el resto de países que componen la región son ya considerados por la Unión Europea Estados de riesgo sanitario por la pandemia y, por tanto, las personas procedentes de la zona solo podían acceder a los Estados miembros si justificaban su viaje (pasajeros en tránsito) o la actividad que desarrollan les permite moverse (personal sanitario, temporeros, diplomáticos, marinos, estudiantes). El Gobierno sudafricano considera “precipitadas” las restricciones de vuelo, en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no ha establecido los pasos a seguir. “Nuestra preocupación inmediata es el daño que esta decisión causará a la industria y los negocios turísticos de ambos países”, dijo en referencia al Reino Unido la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricana en un comunicado.